“La actual situación que presentan las marquesinas y letreros de los comercios, ponen en riesgo permanente la vida y la integridad física de quienes transitan por las veredas, además de generar un aspecto de “cambalache” que atenta contra el paisaje y la estética urbana, y degrada el medio ambiente”, dijo.

En el mismo sentido el concejal agregó que “es imprescindible que se hagan cumplir las Ordenanzas, que para eso están, y que quien deba hacerlo, adecue sus instalaciones”.

“Las marquesinas y letreros en contravención, generalmente de grandes dimensiones y larga antigüedad, amenazan permanentemente con desplomes o voladuras de sus estructuras, y riesgos derivados de sus conexiones eléctricas, pudiendo generar consecuencias desafortunadas de las cuales alguien deberá hacerse cargo. Y esto hay que prevenirlo” puntualizó.

“La Ordenanza Nº 17.707 de 2006, estableció un plazo vencido hace mucho tiempo ya, para que los toldos, letreros y marquesinas existentes en locales comerciales se adecuaran a las normas del Reglamento General de Construcciones. Transcurrido el mismo, la autoridad municipal debió haber labrado las actas de inspección pertinentes”, señaló Rizzi.

“Pese a la vigencia de la norma obligatoria, nada se ha hecho al respecto y hoy la situación que se presenta en la vía pública es de riesgo, y de degradación paisajística y ambiental, por lo cual es deber de las autoridades actuar, más que nada para prevenir riesgos en la vida y la integridad física de las personas”, concluyó.