Por Daniel Rodríguez
Concejal del Frente de Todos
Vicepresidente del Consejo Económico, Social y Productivo de General Pueyrredon
En una Argentina dolida por injusticias de vieja data, el entonces Coronel Juan Domingo Perón comienza a gestar su extraordinaria obra, transformando un país postrado en una Nación pletórica de conquistas, para los trabajadores, los humildes y los postergados por el rancio régimen oligárquico. En ese escenario surge Eva Perón. Es ella quien irrumpe con decisión y coraje y una fuerza de voluntad increíble y quebranta todas las formalidades.
Sin pretender ni solicitar cargo alguno se gana su lugar, con un amor incondicional a Perón y su Pueblo. Afronta sin doblegarse el odio de los poderosos y recibe el apoyo de quienes la llamarán Evita. Su entrega, su renunciamiento a los honores y su sacrificio, perduran más vigentes que nunca.
Desde que comencé a militar en el peronismo he percibido la gracia incomparable de pertenecer a una generación que tuvo la dicha de conocer al General Perón -aún vivo- a través de sus claras enseñanzas, entre ellas, la de amar a Evita con toda la fuerza de mi voluntad, como una llama inextinguible en mi alma y mi corazón. Esta es la clave que los enemigos del pueblo nunca entendieron, con Evita como estandarte el peronismo se ganó el corazón de la gente, y por eso sobrevive en tantas generaciones que abrazan sus banderas.
"Donde hay una necesidad existe un derecho", nos dijo Evita, y nos regaló un dogma irrenunciable que guía y marca nuestras vidas. No tengo dudas que mientras existan compañeras y compañeros que interpreten y practiquen este legado, la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria estará más cerca de conseguirse. Un ejemplo son las compañeras que han abrazado su legado, y que con convicción y coraje se lanzan a la conquista de nuevos derechos.
Hoy en día estamos ante un gobierno nacional que enfrentó y sigue enfrentando una situación inédita, una pandemia. En medio de la crisis sanitaria mundial, el gobierno de Alberto y Cristina, no solo ha cuidado la salud de su pueblo, al mismo tiempo ha conquistado nuevos derechos, y como si fuera poco realiza la mayor campaña de vacunación de la historia. Sin dudas las banderas de Evita y Perón flamean alto.
Hoy aquel cántico popular está más vigente que nunca; "Se siente, se siente, EVITA está presente". Como aquellas pintadas en las madrugadas, con el temor latente de alguna redada, EVITA VIVE, sigue gritando en miles de corazones.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.