Quiero hacerle llegar mi opinión ante los agravios expresados por varios funcionarios del gobierno nacional y por otros dirigentes del kirchnerismo, al Obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín.
Como ex alumno salesiano no puedo callar ante tamañas barbaridades proferidas a una persona de las calidades humanas del Padre Juan Carlos, como lo conocemos quienes lo hemos tratado en su paso por nuestra ciudad, como Director del Colegio Don Bosco, honrando con su amistad a mi familia, sobre todo a mis padres Teresa y Rodolfo Rodríguez.
Todo comenzó con las palabras del Presidente Kirchner, acusándolo de no conocer la Patagonia por cometer el pecado, casi el delito, de acompañar el reclamo de los docentes santacruceños. ¿Justo a un salesiano le va a decir eso? ¡Hace más de 100 años que Don Bosco soñaba desde Italia con esas lejanas tierras y envió sin conocerlas a sus curas a evangelizar! Basta con mirar mapas, aquel que quiera , la cantidad de lugares en el sur que llevan los nombres de los salesianos que anduvieron por allí.
Y ahora han colmado el vaso solicitando pericias psiquiátricas a quien lo único que ha hecho es seguir las enseñanzas de Don Bosco y comprometerse con los reclamos justos de aquellos que piden por un salario digno.
Envío mi solidaridad al Obispo Romanín, aún desde la lejanía, en momentos en que los intolerantes y los autoritarios caen sobre él.
Sólo me resta pedirle que no afloje, que siga siendo un ejemplo para nosotros.
Y como reflexión final decirle: No se sorprenda si dentro de un tiempo le llega una invitación a visitar la Casa Rosada. Es la actitud que lamentablemente tiene el Presidente de la Nación con los sacerdotes que representan a su comunidad sin temor al poder. Primero agravios luego fotos para la prensa como lo que acaba de ocurrir con el Obispo Piña.
Mario Rodríguez - DNI 17.796.802
(La opinión de los columnistas no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General).