Si existe un tema de verdadera actualidad en nuestro país y especialmente entre la población de
Precisamente por la actualidad que le da a la cuestión la vigencia, sin solución de continuidad, de un estado de constante temor en la población, cada vez mas son los medios de información que nos ilustran sobre nuevos y cada vez mas impactantes delitos que indican a las claras que la delincuencia ha ganado definitivamente las calles y venciendo los débiles frenos que, como parte de las obligaciones que le competen, debería mantener y fortalecer el Estado, se muestran día a día con mayor audacia seguramente convencidos de la alta probabilidad de lograr la impunidad.
Esto es entendible al ciudadano común que reclama constantemente mayor protección convencido de que con mayor cantidad de uniformados, de patrulleros o de edificios policiales a su vista logrará la tan ansiada seguridad, sin realizar mayores ahondamientos sobre circunstancias al parecer inconexas pero que para el medianamente conocedor resultan señales inequívocas de la profundidad de la crisis existente en el sistema general de seguridad de nuestro país, y que lógicamente afecta con mayor impacto a las zonas mas ricas y pobladas.
La toma de una comisaría en
Si a ello sumamos los gravísimos e injustificados ataques de “barras bravas” a personal policial encargado entre otras cosas de evitar que se agredan entre ellos, con quema de valiosos patrulleros con evidencia de saña cuyo origen también podríamos buscar en la campaña de descrédito hacia el uniformado ya mencionada; la reciente toma de
El gobierno tanto nacional como provincial, no parecen adjudicar demasiada importancia a estas señales, ya estamos escuchando hablar a los “informadores” oficiales de la investigación acerca de las posibles responsabilidades, o “connivencia” de la policía en este gravísimo suceso, mientras que se muestran renuentes a indagar acerca de una pregunta tan sencilla como la expuesta anteriormente y de la que necesariamente surgirían responsabilidades superiores tanto en el orden político como judicial que alguna vez tendrían que salir a la luz.
Tenemos la esperanza que alguna vez se comprenda que la verdadera seguridad debe construirse a partir de comenzar a hacerlo con la policía y no contra la policía como se ha pretendido hasta ahora.
APROPOBA, Miguel Ángel Reynoso-Secretario General
(La opinión de los columnistas no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General).