A propósito de este nuevo libro, número diecisiete de su producción, ha dicho el autor: “no es nueva la admiración que siento por el viejo Pino, mi padre. Ha sido, y no dejará de serlo, el hombre más admirado por mí. Modelo y tutor; puente y camino. Ejemplo siempre”.

“En noviembre del año pasado, concretando una demorada pretensión, me atreví a escribir una novela sobre su vida, cuya última línea llegó en el otoño del 2007. Y me atreví a más, si cabe: en complicidad con mis amigos de Editorial Corregidor, editamos el libro”.

Luego explicó que,“se trata,  ciertamente, de una biografía: la vida de un hombre bueno, de un gran hombre. Pero es también un homenaje a todos los inmigrantes que llegaron a este lado del Atlántico soñando con un inventar un mundo, el Nuevo Mundo; y creyendo en que era posible construir un continente, haciendo ‘la América’ ”.

“De eso hablan las páginas de este libro. Y de una franca y llana reflexión sobre la muerte, razón de ser la vida. Después de todo, soy filósofo más que narrador“, concluyó.