No soy candidato a nada. Por eso puedo opinar en cuanto a lo que está pasando políticamente en mi querida ciudad de Mar del Plata.
Como viejo vecino del Puerto, con el orgullo de pertenecer a una de las familias fundadoras de la zona, donante de plazas como Sant Angelo In Vado, Juan XXIII, Niños de América, el hoy Colegio y Parroquia Termas de Huinco, y más cercanamente las tierras del Cuartel de Bomberos del Puerto, gestor de la Fundación Reserva Natural, entre otras instituciones y por más de 35 años colaborador e integrante de la Asociación de Fomento del Puerto, no puedo ni quiero callarme ante un panorama incierto y lleno de dudas sobre el futuro de mi ciudad, en la convicción de poder aclarar algunas ideas.
Este caminar a diario por nuestras calles, totalmente destruidas, de noche sin iluminación, sucias, inseguras...un permanente devenir de gestiones sin resultado en una municipalidad sin respuestas, cargada de personal acomodado e ineficiente que deshonra al verdadero empleado municipal...el consecuente desorden y falta de control en todos y cada uno de los ámbitos de la administración pública local...me alientan a alegrarme que el actual lord mayor haya logrado negociar un lugar para tener un escaño en la Cámara de Diputados de la Nación, lo que nos asegura que, por cuatro años, al menos, estará lejos nuestro, aún cuando pretenda dejarnos como “su” candidato a un nativo marplatense -igual que yo- pero con la diferencia que en su reciente gestión provincial regaló ocho hectáreas de la Reserva Natural del Puerto para instalar un balneario, mutilando para siempre un “lugar de vida”, como sabemos llamarla quienes la queremos como única, propia e irrecuperable.
Esta hermosa posibiliadad que nos ha regalado la democracia, a un cuarto de siglo de su reinstauración, no nos deja lugar a dudas de que es hora de mejorar. Hora de mejorar hoy, para disfrutar esta ciudad cada uno de nosotros para nosotros mismos, no para nuestros hijos, como dicen algunos, pretendiendo justificar de esta manera que las cosas se van a hacer más adelante en una ineptitud manifiesta por falta de capacidad y voluntad. De ninguna manera, la hora de mejorar es posible y para siempre.
Como no soy candidato a nada, como no tengo compromiso con nadie, y como nada que no tenga puede darme la política, me considero con la obligación, el derecho y la libertad de poder opinar con el conocimiento de saber que se pueden hacer las cosas bien, pues así lo demostré cuando en 1992/3 fui Delegado Municipal en el Puerto, y por ello hago público mi apoyo, mi voto y mis deseos de éxito al grupo que lidera el contador Gustavo Arnaldo Pulti, a quien acompañan irreprochables marplatenses como Claudia Rodríguez, José Cano, Marcelo Artime, Eduardo Pezzati y tantos otros que tienen una verdadera mochila de realizaciones y la vista puesta en un presente difícil pero no imposible, con objetivos claros y con inmensas ganas de hacer cosas. Gente que es de acá, y que no se va a ir de acá, y que lo demuestra sin duda alguna el hecho de pertenecer a un partido, Acción Marplatense, con una boleta únicamente local sin aspiraciones provinciales y mucho menos nacionales, y que nos deja librado a nuestra voluntad a quién elegir en el ámbito provincial y/o nacional.
Xavier Aldo Marcone
(La opinión de los columnistas no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General).