Al respecto, sus directivos propusieron además la configuración de un nuevo registro de aspirantes en el cual podrán inscribirse únicamente aquellos que se encuentren desempeñando tareas como chofer de taxi no titular, con una antiguedad no menor a los 5 años.

En caso de haber sido despedidos; el telegrama de despido u otro documento que lo reemplace, deberá contar con no más de 6 meses de anterioridad a la inscripción en la nómina mencionada.

Según establece el proyecto, la prioridad estará determinada por la antigüedad del aspirante, es decir, que “a mayor antigüedad, habrá mayores posibilidades de acceder a una licencia”.

Cabe destacar además que las licencias otorgadas mediante este régimen serán de carácter intransferible, con excepción de cónyuge o hijos.

Asimismo, los nuevos titulares deberán comprometerse a tomar por lo menos un empleado (peón de taxi), que será incorporado de la bolsa de trabajo del SUPETAX.

Tanto los titulares como los peones afectados a estas licencias deberán asistir a los cursos de capacitación en manejo preventivo, accidentología, atención al cliente y primeros auxilios, que estarán a cargo de profesionales especializados que pondrá a disposición el sindicato.

“Claro está que los conductores de estas licencias deberán prestar servicio correctamente uniformados, según disposiciones municipales” completó Donato Cirone, titular del SUPETAX.

LOS FUNDAMENTOS

De acuerdo a lo mani festado por los miembros de SUPETAX, “durante treinta años los trabajadores peones de taxis del Partido de General Pueyrredón vieron cercenadas sus posibilidades de acceder a la titularidad de una licencia de taxi, mientras que, de manera indiscriminada, unilateral y sin los estudios y mediciones técnicas correspondientes, la ciudad fue poblada por licencias de auto rural que no respetan los términos dentro de los cuales se enmarca su actividad”.

“Cuando la comuna decidió otorgar 226 licencias de auto rural, quien se encontraba a cargo de la Dirección de Transporte y Tránsito, el incompetente Ángel Fernández, dijo que se entregaban nuevas obleas habilitantes para legitimar la prestación de un servicio que comenzó por la demanda que el parque oficial de taxis y remises no satisfacía” recordó Cirone.

“Lo que no explicó el funcionario en ese entonces fue que no se cumplía con lo dictaminado por la ordenanza nº 4887, la cual puntualizaba los motivos por los cuales el municipio debía entregar más licencias (aumento demográfico, licencias caducas o dadas de baja, entre otros) y establecía las condiciones” disparó.

Y remató: “sospechamos que tal descuido, además de obedecer a favores y beneficios personales, está relacionado con el sector de propietarios de taxis que manejan el mercado negro de la compra y venta de licencias, que se benefician de la escasa cantidad de licencias existentes promovida por el no otorgamiento de nuevas habilitaciones”

“Por otra parte - añadió Cirone - debemos destacar que gran número de licencias de auto rural fueron publicadas para su venta al día siguiente de haber sido otorgada a su titular, lo cual descubre el negocio que subyace en el seno de esta actividad y en el otorgamiento de sus permisos”.