Qué bueno sumergirse cuatro metros, arrodillarse en el fondo de una de las piletas del Aquarium Mar del Plata y ver como, muy cerca -sin apuro alguno-, nadan Natalia, Catalina, Maia y Lázaro, el cuarteto de tiburones escalandrún del parque que ni por un instante apartan su mirada glacial del par de intrusos que, enfundados en trajes de neoprene y flanqueados por un enjambre de burbujas, se atreven a invadir su hábitat.
Con esta electrizante rutina comienza cada inmersión en el estanque que el oceanario que se levanta a pasos del Faro de Punta Mogotes destinó a sus escualos y en el que desde hace pocos días se puede realizar esta actividad única en el continente: bucear junto a estas criaturas de tres metros de longitud, unos doscientos kilogramos de peso, dientes puntiagudos siempre visibles y, con frecuencia, absolutamente ajenas a los buenos modales.
En efecto, a partir de esta Semana Santa el Aquarium Mar del Plata ofrece la posibilidad de sumergirse y nadar junto a esta especie de tiburones, actividad que hasta el presente se realizaba únicamente dentro de una jaula acondicionada especialmente para tal fin.
Así, quienes visiten el parque de ahora en más, podrán optar por esta singular posibilidad y tras calzarse el equipo correspondiente -traje de neoprene, patas de rana, cinturón de pesas, máscara y tubo de aire comprimido- bucear en la pileta de más de 300.000 litros de agua a centímetros de estos incomparables animales.
El escalandrún (Carcharias taurus) es un tiburón de hábitos migratorios que habita el Océano Atlántico desde Florida hasta nuestras costas. Se lo llama también Sarda, Mangona, Sandtiger shark, Toro Bacota o simplemente Toro.
Dicen que se alimenta únicamente de pescadilla, pez palo, chuchos, pejerreyes, rayas y otros tiburones. Es más, esa es la dieta que reciben en el Aquarium Mar del Plata y según cuenta el responsable de esta actividad, el ucranio Vladimir Tkatchuck, “la que los mantiene felices y en forma”.
“Por eso, nosotros sólo les provocamos curiosidad”, asegura el especialista.
Tkatchuck es quien se sumerge y cuida de cada voluntario en esta excepcional experiencia y el que conoce como nadie a los cuatro huéspedes del oceanario.
También es quien prepara a los novatos a la hora de meterse al agua, en un curso relámpago que se dicta minutos antes de enfrentar cara a cara a estos admirables escualos.
Bucear con tiburones es la nueva atracción del Aquarium Mar del Plata y ya se perfila como la predilecta de aquellos que no dudan en invertir su adrenalina en el fondo de una pileta, a cuatro metros de profundidad.
Gentileza: Oscar Balmaceda