La Corte Suprema de Justicia estableció este martes que los ahorristas de edad avanzada que hayan aceptado la pesificación de sus depósitos bancarios sin hacer reserva de sus derechos, podrán igualmente avanzar con reclamos judiciales. La resolución fue adoptada en el acuerdo celebrado hoy mediante el cual el Alto Tribunal se expidió en el caso de una persona de 87 años, con un delicado estado de salud, en el que considero que “el consentimiento prestado para la pesificación de sus depósitos no configura un sometimiento voluntario”.Según consta en la resolución del tribunal, Ramona Esther Rodríguez había aceptado la pesificación de sus depósitos a la paridad de 1,40 peso por dólar más CER sin efectuar las reservas de sus derechos, con lo cual aceptaba tácitamente que no recurriría con reclamos judiciales posteriores por el reajuste. No obstante luego decidió interponer un recurso ante la Justicia para reclamar la diferencia entre los percibido en pesos y el valor actual de la moneda de origen en la que tenia sus depósitos.

La Cámara en lo Contencioso Administrativo hizo lugar al reclamo de la mujer pero el banco apeló la medida ante la Corte Suprema que en esta oportunidad modificó los alcances de su propio precedente en el caso Cabrera del año 2004. En ese fallo el Alto Tribunal había establecido que las personas que aceptaron la pesificación de sus depósitos bancarios a la paridad de 1,40 peso por cada dólar, sin efectuar reserva de derechos, no podían luego demandar por la diferencia entre ese valor y el que tenía el dólar según su cotización en el mercado libre.

Para modificar ese criterio los ministros tuvieron en cuenta en esta oportunidad la edad avanzada de la demandante, su “delicado estado de salud y la consiguiente necesidad de consumir medicamentos, a lo exiguo de sus ingresos previsionales y al monto de los depósitos realizados”.

Asimismo estimaron que el consentimiento para la pesificación de sus depósitos no configura un “sometimiento voluntario” puesto que el acto no fue producto “de una conducta deliberada, es decir, ejecutada con discernimiento, intención y libertad”.

El voto que encabeza la sentencia es suscripto por los jueces Enrique Petracchi, Eugenio Zaffaroni, Carmen Argibay, Ricardo Lorenzetti y Carlos Fayt.


Fuente: DyN