El odontólogo Ricardo Barreda, condenado a reclusión perpetua por el crimen de su esposa, de su suegra y de sus dos hijas, podría cumplir el arresto domiciliario en Mar del Plata, si la Cámara Penal le concede ese beneficio, como lo ordenó el Tribunal de Casación bonaerense.
La medida se encuentra en suspenso debido a que la fiscalía apeló la decisión ante la Corte Suprema bonaerense para que revoque la medida, que le otorgaría a Barreda la posibilidad de cumplir su pena en un domicilio a designar.
De todas maneras, la resolución recién se conocerá dentro de una semana y entre las opciones que surgieron como probables residencias, a donde podría ir el odontólogo, figuran una vivienda en un barrio del sur de Mar de Plata, alguna otra vivienda en la provincia de Buenos Aires o el PH propiedad de pareja Berta André, más conocida como “Pochi”, de la calle Vidal, en la Ciudad de Buenos Aires.
La intención es tratar de que no trascienda el lugar donde Barreda cumplirá el arresto domiciliario, si la Justicia así lo determina, para evitar el revuelo que pueda causar la presencia del odontólogo en ese lugar.
Algunos vecinos del barrio de Belgrano, ya expresaron su malestar ante la posibilidad de tener que convivir con él en la zona y se están agrupando para “ver si se juntan firmas y que éste hombre pueda vivir en otra parte”.
El PH de su pareja “Pochi”, una docente jubilada de 71 años, está ubicado en la calle Vidal entre Olazábal y Blanco Encalada, en el coqueto barrio de Belgrano, cuyos vecinos están firmes en la idea evitar el arribo de Barreda.
“No creo que se haya recuperado. No sé si le hicieron el tratamiento exacto en la cárcel. Lo lamento por él, pero hizo cosas muy graves y no sé si psicológicamente está recuperado. Que viva donde quiera, pero no me siento segura con él acá por los hechos que cometió”, fueron algunos de los testimonios escuchados por estos días.
“Pochi” se deberá presentar mañana frente a lo integrantes de la Sala I, para confirmar ante los jueces la decisión de prestar el domicilio de Vidal, para que vaya Barreda o si tienen pensado afincarse en otra parte.
Lo que sí se supo es que se desechó la idea de colocarle una tobillera magnética, para controlar los movimientos del odontólogo, ya que salvo algún trámite judicial o problema de salud, no se le permitirá salir de su domicilio.
El odontólogo y su abogado, Eduardo Gutiérrez, esperan que la salida de la cárcel se concrete en algunos días más, aunque existe la posibilidad que esos planes se vean frustrados, si prospera el planteo del fiscal Carlos Altuve, para quien el arresto domiciliario, en este caso, “no tiene sustento legal”.
Fuente: NA