El presidente de la Pastoral Universitaria de Buenos Aires, Guillermo Marcó, volvió a cuestionar la decisión de cambiar la sede de la ceremonia; “no saben lo que se festeja en esa fecha patria”, dijo
La Iglesia volvió a cuestionar la decisión del Gobierno de trasladar el tradicional Tedéum del 25 de Mayo a Salta. El presidente de la Pastoral Universitaria de Buenos Aires, Guillermo Marcó, renovó hoy las críticas al Gobierno por la decisión de trasladar la tradicional ceremonia, al expresar que las autoridades “no saben lo que se festeja” en esa fecha patria, informó.
Marcó aseguró, en declaraciones radiales, que “algunos” integrantes de la administración kirchnerista temían que el cardenal Jorge Bergoglio los “retara”, en la homilía que el arzobispo expresaba, como era tradicional, ante las autoridades nacionales, en la Catedral Metropolitana.
El titular de la Pastoral de la ciudad también se burló de la iniciativa, luego desechada, de realizar un oficio interreligioso en Salta, “donde el 98 por ciento de la población es católica”, por lo que planteó “qué representatividad” tendría la palabra de un representante de otro credo.
“Algunos (de los integrantes del Gobierno) decían que no había por qué sentarse (en la Catedral) para que Bergoglio los retara, pero yo no sé lo que va a decir monseñor (Mario) Cargnello”, quien finalmente oficiará la celebración, en Salta, señaló.
Marcó aseveró que “en el fondo de todo este tema, lo que hay es un profundo desconocimiento de lo que se festeja” ya que el 25 de Mayo “es una iniciativa de los vecinos del Cabildo de Buenos Aires” pues en ese entonces “no había una autoridad nacional”.
El 25 de Mayo de 1810, según recordó, se trató de “no acatar las órdenes de España, luego de la derrota (de ese país) ante Napoleón” y “la federalización de esta decisión” llegó “en julio de 1816” por lo que la fecha que se celebrará esta semana “es un episodio netamente porteño”.
El religioso afirmó que el Gobierno rompió con “una de las pocas tradiciones que tenemos” con la decisión de trasladar la celebración afuera de la ciudad de Buenos Aires, a la vez que cuestionó “el mal hábito argentino de la refundación de todo. Cada uno que llega piensa que puede hacer de nuevo todo”.
Además, aseguró que en dicha celebración “siempre se invitó a delegaciones extranjeras y a representantes de todos los cultos” por lo que minimizó que se haya propuesto un oficio interreligioso, en el cual, las palabras del representante católico resultaría una más, entre las restantes.
Marcó, sobre esta polémica, recordó que “con el cardenal Bergoglio hubo una novedad, porque antes los arzobispos no predicaban el Tedéum, sino que invitaban a algún sacerdote a hacerlo”.
Fuente: DyN