Una de las principales finalidades de este año es el conocimiento y profundización de San Pablo. Asimismo su Santidad Benedicto XVI ha señalado, “el inminente jubileo dedicado al bimilenario del nacimiento de San Pablo será una ocasión particularmente propicia para intensificar nuestros esfuerzos ecuménicos, porque él fue un hombre que “se comprometió con todas sus fuerzas por la unidad y la concordia de todos los cristianos”.

Con motivo del año paulino, en la Iglesia diocesana, se llevarán a cabo varias actividades en Mar del Plata y también en Necochea, Miramar, Pinamar y Balcarce. Entre ellas figuran talleres, retiros espirituales y conferencias formativas.

El presbítero Gabriel Mestre, presidente y asesor de la Comisión Bíblica Diocesana que tiene a cargo la organización y coordinación de todas las actividades relacionadas con el Año Jubilar Paulino, explicó “en la Diócesis el Año Paulino comienza con un encuentro el sábado 28 por la mañana en el CEDIER para agentes de pastoral. La idea es brindar una formación básica sobre San Pablo y algunos subsidios pastorales para trabajar con niños, jóvenes, adultos, y luego los participantes deben ser los multiplicadores en sus comunidades”.

También informó que entre las actividades ya planificadas se agregaron dos “el sábado 13 de septiembre habrá un encuentro ecuménico en Mar del Plata, teniendo como centro la figura de Pablo y en el mismo mes habrá un encuentro para niños con el Obispo”.

El presbítero invitó especialmente a la misa que presidirá el Obispo Monseñor Juan Alberto Puiggari el mismo sábado 28 a las 19 en la Iglesia Catedral y en la que se dará comienzo solemne al jubileo dedicado a San Pablo. “Allí dejará un Mensaje Pastoral que marcará todo el año paulino en nuestra Diócesis” dijo el presbítero Gabriel Mestre.

San Pablo en la vida de la Iglesia Católica

Luego de Cristo, Pablo es una de las figuras centrales del  cristianismo naciente y de todos los tiempos. Era hijo de judíos fariseos, fue contemporáneo de Jesucristo e  incluso estuvo en Jerusalén en la misma época que él, pero no se conocieron.

Participó en las primeras persecuciones contra los cristianos, pero su conversión sucedió en el camino a Damasco, cuando inesperadamente una luz divina lo envolvió y cayendo al suelo, escuchó una voz que le decía: “Saulo, ¿porqué me persigues?”.

Desde entonces San Pablo se convirtió en el más ardiente propagandista del cristianismo, que contribuyó a extender más allá del pueblo judío, entre los gentiles: viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina; y escribió 13 epístolas a diversos pueblos del entorno mediterráneo.

“La vida de Pablo, su evangelización, su entrega, su apasionamiento por Cristo son un claro modelo de lo que tiene que ser también la vida del cristiano de comienzos del siglo
XXI, por eso es importante la invitación del Papa Benedicto XVI al celebrar este año” desataca el presbítero Mestre.