Hebe de Bonafini se sentó frente a la carpa del Movimiento Evita y habló media hora de corrido mientras caía la noche frente al Congreso. La líder de Madres de Plaza de Mayo fue flamígera desde el principio: “No entiendo a los muchachos que jugaron al rugby con los ruralistas. Con ellos no hay que jugar ni a la bolita. ¡Al enemigo, ni agua!”, comenzó.
Pero no fue sólo el principio. Inmediatamente después dijo que, si era necesario, había que “ocupar el Congreso, todos los días para que no entre un solo ruralista”, que “el vicepresidente [Julio] Cobos es un traidor” y que los productores “son unos golpistas hijos de puta que se quieren quedar con todo”.
Terminó con una propuesta: “¡Deberíamos tomar Canal 7 y Radio Nacional! Lo digo en serio. Y eso no es violencia. Es poner los medios al servicio del pueblo”.
“Si ustedes quieren, lo podemos hacer ya”, dijo Bonafini frente al medio centenar de personas que aplaudían en la carpa el cierre de su discurso en favor del Gobierno y de las retenciones móviles.
“Ellos quieren dar un golpe. No se pintaron la cara, pero andan cerca”, dijo Bonafini cuando comenzó el discurso. “Nosotros nos dormimos. No hay mejor defensa que un buen ataque y ellos nos están atacando”, agregó.
También se armó de tiempo para criticar a Cobos: “No me extraña nada de él, porque los radicales siempre fueron traidores. Ese hijo de puta está pensando que si se va Cristina, puede quedar él”.
Más adelante propuso que el Gobierno haga “algo concreto ya” para demostrar rápidamente el destino de las retenciones. “Aumento a jubilados, a los maestros, lo que sea, pero que el pueblo lo sienta ahora”.
Después apeló a algunos ironías, como que “ellos [por los ruralistas] pintan un toro porque son cornudos” y que “De Angeli es como una bailarina del caño de Tinelli, va a durar tres días”.
Pero sus pasajes más duros fueron cuando aseguró que había que “ocupar el Congreso para que los ruralistas no tengan ni una baldosa” y cuando propuso que había que “tomar Radio Nacional y Canal 7 para ponerlos en favor del pueblo”.
“Todavía hay muchos menemistas ahí que hay que echar”, cuestionó Bonafini. “Y no digan que eso sería una medida violenta. Sería poner, por fin, algunos medios al servicio del pueblo.”
Fuente: La Nación