Tras conocer que las retenciones móviles habían sido ratificadas, un grupo de ruralistas de Tucumán fue hasta el aeropuerto Benjamín Matienzo. Se proponía hacerle conocer a los diputados oficialistas que regresaban de Buenos Aires su disgusto con el voto que habían dado en favor del Gobierno nacional.

En el vuelo nocturno de Aerolíneas Argentinas, con horario de llegada a las 22, venían los parlamentarios Alberto Herrera, Alfredo Dato y Germán Alfaro. A las 21, mientras esperaban el vuelo, los agricultores tuvieron el primer encontronazo con punteros de Alfaro, que habían ido a proteger a su referente político. “A Germán no lo tocan o se arma el lío”, les dijeron. Uno de los punteros, vestido con el conjunto deportivo de Chacarita y en claro estado de ebriedad amenazó con tirar un manotazo. En ese momento, intercambiaron palabras subidas de tono en el hall del aeropuerto, pero los militantes K prometieron que no habría fricciones mientras Alfaro no sufriera ningún daño. Incluso, ordenaron que fueran enrollados algunos carteles contra los diputados. No obstante se pudieron observar varios con leyendas duras contras los legisladores: “Delincuentes, ¿qué hacemos después del 31 de octubre?”; “Basuras: copien a Brasil”; “Siervos de la billetera K”; “¿Saben qué es una tonelada?”; “Vergüenza tucumana”; “No van a poder gastar la coima tranquilos, traidores”; y “Recuerden de dónde sale la plata de su sueldo”. Y otros personales: “Salim, Juan: vos también tenés campo. Nos c... ¿Cuánto cobraste, traidor?”

Pero la cuestión se puso violenta. Raudamente, en una camioneta blanca doble cabina, Dato y Herrera evitaron el escrache partiendo por la puerta trasera del edificio. El ex secretario de Gobierno del municipio capitalino, en cambio, salió por la puerta grande custodiado por unos 50 seguidores suyos, quienes cruzaron insultos con los ruralistas, quienes le gritaron al diputado Alfaro: “¡mirá cómo te vas! ¡Gato! ¡Delincuente!”. El parlamentario no tuvo más remedio que observar las pancartas con la palabra “traidores” que portaban los chacareros.

A la salida del aeropuerto, donde se realiza el control de tickets del estacionamiento, se desató la violencia. Un grupo de productores apostado en ese lugar con las pancartas sufrió la furia de los seguidores de Alfaro, quienes se bajaron de dos camionetas blancas y desparramaron golpes por doquier. El más afectado fue el agricultor Angel Marinaro, que quedó tendido en el suelo con contusiones diversas. También fue agredida la esposa de Marinaro, Susana Fuentes, que recibió un golpe en el pómulo izquierdo y sufrió el robo de la cartera. “Nos quitaron los carteles de la mano y me pegaron una trompada a mí, a mi esposo y a mi amiga. Ya sabemos gente mandada por quiénes son”, acusó la agredida, mientras los productores que la rodeaban gritaban: “¡Son los de Alfaro!” Luego, cortaron el tránsito en la zona del aeropuerto y dijeron: “mañana no pasa nadie. ¡Cortamos las rutas!”

Cuando LA GACETA se acercó a la zona de conflicto, punteros de Alfaro agredieron a los fotógrafos Franco Vera y Jorge Olmos Sgrosso. “¡No saqués fotos! ¡Tenemos fierros!”, amenazaron, y golpearon las puertas y los vidrios del auto del diario. También recibieron golpes los fotógrafos Ezequiel Lazarte (El Siglo) y Fabián Font (El Tribuno). Luego de las agresiones, los ruralistas planeaban ir a la casa de Alfaro en Villa Amalia, pero desistieron para a solidarizarse con el productor herido, que esta madrugada permanecía internado en el sanatorio Rivadavia.