El profesional, con 35 años en la actividad, dijo: “desde siempre el mercado se ha manejado de acuerdo a la oferta y la demanda. También es cierto, que hasta hace unos diez años, en el rubro viviendas, la renta era del 12% anual, en tanto que para los restantes destinos llegaba al 14% en un año.

“Con la llegada de la pesificación - recordó - esos porcentajes bajaron para fijarse actualmente entre un 6 y un 7 por ciento anual, lo que proporcionalmente da alquileres históricamente más bajos”.

Acámpora, titular de la inmobiliaria local de su mismo nombre y vicepresidente 2º de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires, afirmó: “también es cierto que en los últimos años los valores de la propiedad se han ido reacomodando, lo que mayormente no ha sucedido con los ingresos de los inquilinos de viviendas, quienes ante la necesidad de contar con el techo para su familia, muchas veces hacen el esfuerzo de contratar por un valor más alto al dinero con que cuentan para ese destino”.

El martillero sostuvo además: “distinto es el caso de los comerciantes, quienes al momento de firmar un contrato de alquiler se supone que han hecho los números correspondientes para poder hacer frente al pago del canon locativo”.

Y reparó: “no podemos dejar de notar que, de la mano del conflicto que es de público conocimiento y que ya lleva cinco meses, el comercio y la industria en general se ven afectados por esta coyuntura”.

En este sentido, el profesional recomienda a los inquilinos comerciantes que han visto mermadas sus ventas, que hablen con los propietarios para establecer un valor diferencial que les permita ahora efectuar pagos parciales y abonar las diferencias en la próxima temporada de verano.

Por último, Acampora recalcó “la importancia de tener un buen diálogo entre las partes para evitar posteriores conflictos que no beneficiarán a nadie”.