Como es de público conocimiento, ayer una revuelta en las estaciones Castelar y Merlo del tren Sarmiento, que terminó con destrozos, quema de vagones y enfrentamientos con la policía. El Ministro de Justicia Aníbal Fernández, por la noche y en conferencia de prensa, adjudicó los hechos a “vándalos” enrolados en partido de izquierda; alguien mas habló por allí de “infiltrados”. Argumentos de triste memoria, usados profusamente durante los gobiernos de Menem, De la Rua y Duhalde para explicar lo injustificable.
En realidad, y mas allá de lo condenable que significan la quema de vagones, que luego perjudica a todos los usuarios, lo que corresponde a nuestro entender es poner oído y atención a lo que miles y miles de pasajeros de los trenes suburbanos de Buenos Aires dicen a diario en las estaciones, en los viajes y ante cualquier medio de comunicación que tiene a mano: que viajan como ganado, entre otra infinidad de inconvenientes a que están sometidos diariamente.
Sin ir mas lejos ayer, los centenares y centenares de pasajeros indignados que uno podía ver por televisión, lo expresaban a los gritos. Salvo que pensemos que esos son también “vándalos” que solo van a provocar. ¿O desconoce el Ministro que desde el 2005 a la fecha ya se llevan quemados en revueltas populares 30 vagones?
Basta ver, para poder corroborarlo, las imágenes de la película de Pino Solanas estrenada ayer. Un Solanas al que, mas allá de lo que uno pueda o no compartir de su actual pensamiento y posturas políticas, es insólito, inconcebible e inaceptable acusarlo de lo sucedido ayer. A las personas con cincuenta años de compromiso con el país, con su intereses y su cultura se los debe por lo menos respetar.
Juan Pablo Malagutti – Victoria Vuoto – Lautaro Pombo – Eugenia Hermida – Ricki Burgi – Jorgelina Porta
Movimiento Libres del Sur
(La opinión de los columnistas no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General).