Ante el anunció de traslado de los boliches de Alem a un sector de la escollera Norte, la Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios planteó “dudas” sobre la posibilidad de que se concrete la idea y, al mismo tiempo, sugirió alternativas más interesantes para el problema. Juan Antonio Gutiérrez y Héctor Dominguez, presidente y vicepresidente, consideraron que “en lugar de trasladar el problema a otro lado (la Escollera Norte) hay que atacarlo en sus orígenes”.
Si bien los vecinos de la zona de Alem merecen una reivindicación por el hartazgo que genera soportar la nocturnidad en una zona que originalmente era residencial, desde CAMECO consideraron que “las actuales regulaciones en seguridad harían imposible que los boliches estén en las cercanías de un crucero amarrado al muelle” y se preguntaron “¿cómo se garantizará la seguridad de los chicos que se caigan al agua?, algo que puede suceder por las características del lugar y el estado en que los jóvenes salen de los boliches”.
“Dificilmente la Armada Argentina acepte que, pegados a las unidades de la flota y a los cruceros que atraquen, pueda haber un lugar que reuna a miles de jóvenes alcoholizados y dispuestos al descontrol”. Vale resaltar que días atrás se firmó un Acta de Intención entre la ministra de Defensa Nilda Garré y el Gobernador Daniel Scioli, donde se plantea la posibilidad de la “cesión” destinada a “construir un puerto de cruceros y un paseo recreativo, en consonancia con las necesidades operativas de la Armada” sostuvieron desde el nucleamiento empresarial .
CAMECO entiende que, “en lugar de trasladar el problema a otro lado, hay que atacarlo en sus orígenes”. Ante esto, la entidad propone:
Ubicación: Los boliches donde se expenda alcohol, se baile, haya actuación de números en vivo, solo deberían habilitarse en determinadas avenidas con buen servicio de transporte público y en tanto no afecten zonas residenciales circundantes. Los actualmente habilitados en zonas residenciales deberían tener limitas las posibilidades de desarrollar ciertas actividades y con horarios sumamente acotados.
Horario: Hoy en día es común que los jóvenes ingresen a los boliches a la 1 ó 2 y permanezcan en los mismos hasta las 5 ó 6. Un disparate. Hasta la hora de ingreso, van haciendo el “pre-dance”, tomándose todo, con lo cual llegan a los boliches con un grado de alcoholismo importante, y alli siguen tomando y agregando descontrol. Por supuesto, cuando salen, estan totalmente intoxicados y propensos a cometer todo tipo de tropelía. Se debería volver al horario de años atrás – 22 a 3 - como forma de evitar el consumo previo y que los jóvenes deambulen. Por supuesto esto afectará algunos intereses, pero la obligación de las autoridades es velar por los ciudadanos, tanto los jóvenes que agitan la noche como de los que sufren los desmanes posteriores. Incluso, en la última hora de funcionamiento de los locales, debería estar prohibido el expendio de alcohol.
Responsabilidad: Deberían aplicarse penas severas a aquellos que provoquen daños y/o desmanes. Multas importantes, la obligación de realizar trabajos comunitarios. También debería extenderse la responsabilidad a los propietarios de locales donde el causante hubiera adquirido su estado. El actual estado de cosas afecta no solamente a los vecinos cuyo descanso a veces es imposible, sino también a los jóvenes que han adoptado hábitos que destruyen su salud constituyen un grave peligro para su futuro.