La pandemia de la gripe A nos sorprende en medio del pico de la gripe común y un importante aumento de casos de enfermedades respiratorias febriles comunes de la época.
El enfoque que se está dando a la enfermedad es desde la virulencia del germen y no desde el huésped.
El huésped somos nosotros y estamos llenos de miedo.
El miedo es una emoción natural del ser humano, que surge para la supervivencia. Cuando el comportamiento asociado al temor toma una dimensión exagerada frente a las conductas que permiten el cotidiano vivir restringiendo la libertad, podemos hablar de un comportamiento emocionalmente enfermo y físicamente mas vulnerable.
Nuestras emociones están ligadas directamente a nuestras defensas y el miedo es un bloqueador de células de nuestro sistema inmunológico.
Si estamos llenos de miedo la posibilidad de tener gripe y otras enfermedades es mayor.
A esto le sumamos el problema que se genera un “conflicto de contacto”, es decir, que si tenemos que alejarnos unos de otros, no parece un gran método de prevención.
Es verdad que el virus de la Gripe A es en apariencia más poderoso, esto sería porque no hemos tenido contacto con él. Es decir, no lo reconoce nuestro sistema defensivo.
Ideas complementarias que pueden ayudar a que esto no se convierta en un verdadero desastre para muchos y un buen negocio para pocos:
1- Explicar cómo nuestras emociones tienen efecto en nuestro ser, cambiar comportamientos y pensamientos que afectan al cuerpo en forma negativa.
2- Que la serenidad y el descanso ayudará a fortalecer nuestras defensas.
3- Existen muchos remedios naturales comprobados que alivian síntomas y aumentan nuestra respuesta inmunológica.
4- Nuestra alimentación ayuda a levantar nuestras defensas.
LA CONCLUSIÓN SERÍA, QUE LA EMERGENCIA ES OCUPARNOS CADA UNO DESDE SU FORMA Y CONOCIMIENTO DE UNO MISMO, EN CALMA Y SERENIDAD .
Gentileza: Dr. Simón Oscar Mina