Se trata de la rapamicina. Según un estudio publicado por la revista Nature, fue capaz de prolongar la vida en ratones transplantados. Aunque no sería efectiva en humanos, abre la puerta para encontrar sustancias similares que sí lo sean.
Este medicamento, que se utiliza para tratar ciertos tipos de cáncer y para inhibir el rechazo de órganos transplantados, sirvió para prorrogar la vida de ratones de laboratorio en un experimento
La rapamicina es la primera droga que funciona tanto para ratones macho como hembra y que lo hace en animales de edad avanzada. Hasta ahora, todos los intentos por prolongar la vida de los roedores –como dietas muy bajas en calorías- debían llevarse a cabo desde muy jóvenes para que tuvieran efecto.
Esta vez, la rampamicina fue inyectada en ratones que tenían al menos 600 días de edad, el equivalente a 60 años de un ser humano. A pesar de ser “adultos” los ratones vivieron más tiempo, explicó el autor del estudio David Harrison del laboratorio Jackson en Bar Harbor, Maine.
Los ratones hembra que recibieron la dosis de rapamicina vivieron un 14 por ciento más que las que no recibieron la droga; y para los machos el aumento fue de 9 por ciento.
Randy Strong, coautor del estudio y profesor de farmacología en el Centro de Estudios de Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, dijo que para los seres humanos sería el equivalente a seis años más de vida en el caso de los hombres y ocho para las mujeres.
Los científicos aún no descubrieron cómo es que este antibiótico es capaz de retrasar el envejecimiento pero seguirán investigando. Es que –como sucede habitualmente en los laboratorios- el descubrimiento se hizo por accidente. Los investigadores se dieron cuenta al comienzo del estudio que los animales que estaban siendo medicados con rapamicina no estaban recibiendo la dosis apropiada y decidieron rever el protocolo y modificarlo. Para cuando lo hicieron, hallaron con sorpresa que los ratones seguían cumpliendo más “años” de lo usual.