Es por consumos similares a los del año pasado. Igual que con los aumentos del gas, el Gobierno buscó que los ajustes impactaran en los clientes después de las elecciones.
Para no ser menos que las facturas de gas que presentan subas que van del 80 al 400 por ciento, las boletas del servicio eléctrico que están recibiendo los medianos y grandes clientes residenciales también registran fuertes subas que trepan hasta el 300 por ciento respecto al último invierno.
Las nuevas facturas de electricidad - cuyo reparto, al igual que lo sucedido con las boletas de gas, también se vio sugestivamente demorado hasta después de las elecciones - exhiben el impacto de los dos incrementos que el Gobierno había autorizado en el segundo semestre de 2008, cuando puso fin al congelamiento de las tarifas hogareñas que ya llevaba más de siete años de duración.
La incidencia plena de los aumentos que no regían en el invierno pasado hace que los usuarios residenciales de Edenor, Edesur y Edelap tengan que pagar ahora hasta tres veces más por consumos que son iguales o inferiores a los que tuvieron en esta misma época de 2008.
Las diferencias en los montos facturados responden a la implementación de los dos incrementos consecutivos que aprobó la administración kirchnerista en el último semestre del año pasado.
La primera actualización tarifaria tuvo lugar en julio de 2008. El incremento osciló entre el 10 y el 50 por ciento y se aplicó a los clientes residenciales de la Capital y el Conurbano que tenían consumos bimestrales superiores a los 650 kWh.
El segundo ajuste entró en vigencia en octubre y afectó a todos los usuarios residenciales del sistema eléctrico nacional. Con el fin de reducir los subsidios al sector, el Gobierno autorizó un esquema de aumentos diferenciales del 80 al 300 por ciento para los hogares con niveles de consumos superiores a los 1.000 kWh por bimestre.
Un factor adicional que también ayudó a engrosar las boletas de la luz son las penalidades del PUREE, el Programa de Uso Racional de la Energía Eléctrica.
Para no ser sancionado con los recargos tarifarios del PUREE, los clientes residenciales tienen que cumplir con una pauta de ahorro del 10 por ciento respecto a los mismos bimestres de 2003. Si no ahorran, deben pagar por cada KWh adicional un cargo extra que se factura con el mismo valor tarifario que rige para la nueva categoría de consumo que tiene el usuario. Los únicos que zafan de los castigos del PUREE son los que consumen menos de 650 kWh por bimestre.
Fuente: Clarín