La iniciativa se enmarca en la Ordenanza 17.371, que fuera un proyecto presentado por Gustavo Pulti cuando era concejal, que le encomienda al Poder Ejecutivo la realización del Concurso, el cual tuvo una participación de 20 trabajos, provenientes de diferentes sitios del país. 

Del acto tomó parte Marcelo Artime, intendente interino, Carlos Rodríguez, secretario de Cultura de la comuna, así como también Juan Pablo Mastropascua, director General de Museos de la Secretaría y Graciela Gómez, ex secretaria de Planeamiento, quien mucho tuvo que ver con este Concurso.

“Es un orgullo para nosotros poder entregar este reconocimiento que, a su vez, busca dejar plasmado en la comunidad el valor de la tarea llevada a cabo por este grupo de mujeres maravillosas, como nuestras Madres de Plaza de Mayo”, dijo el Intendente interino.
 
“Las raíces son femeninas”
 
El trabajo ganador resultó “Las Raíces son femeninas”, de la escultora local Marie Orenzans, una artista de reconocida trayectoria a nivel nacional e internacional. Justamente a partir de un compromiso contraído con anterioridad, no pudo estar presente en la ceremonia de premiación, aunque dejó un mensaje de agradecimiento a las autoridades locales.
 
“Siento una profunda emoción al saber que una obra mía servirá para perpetuar la memoria de Azucena Villaflor y a todas las Madres de Plaza de Mayo”, dijo su sobrina al leer el mensaje de la artista ganadora.
 
El Departamento Ejecutivo local invitó a participar en el Concurso Público y Abierto de alcance Nacional para seleccionar el proyecto de diseño y creación del monumento, que será colocado en la Plazoleta de los Derechos Humanos, ubicado en Diagonal Pueyrredon, entre Moreno y Belgrano, en diciembre próximo.

La escultura dará testimonio del accionar de las Madres de Plaza de Mayo y la vida y lucha de Azucena Villaflor, expresando su significación en la sociedad argentina.
 
Carlos Rodríguez agradeció el nivel de participación que tuvo el concurso. “Le hubiese gustado estar aquí a nuestro intendente, con quien hablé hace un momento y les envía un gran saludo a todos”; dijo el Secretario de Cultura.
 
“El objetivo de esta iniciativa es mejorar e incorporar al espacio público una obra de expresión artística que refleje y recree en la memoria colectiva, la heroica e inclaudicable lucha de Villaflor y todas las Madres de Plaza de Mayo, que marcharon por la aparición con vida de sus hijos y familiares detenidos-desaparecidos por la Dictadura Militar y por el Juicio y Castigo a los culpables, entendiendo la importancia de su lucha no sólo como parte de las luchas de nuestro Pueblo, sino también como ejemplo de vida para las futuras generaciones y como signo de esperanza en el triunfo final de la justicia”, dijo.

La Primera Mención le correspondió a Juan Pezzani y con la Segunda Mención fue distinguida Nélida Valdéz, por su obra “Fortaleza”. Ambos artistas recibieron un Diploma en reconocimiento a la propuesta presentada.
 
Perfil de la Ganadora
 
Marie Orensanz nace en Mar del Plata, Argentina, en 1936. Se forma en los talleres de Emilio Pettoruti, entre 1955 y1960, y de Antonio Seguí, desde 1960 a 1962. Actualmente comparte su tiempo entre Paris y la ciudad que la vio nacer.
 
Su desarrollo artístico está signado por los lenguajes estéticos y la experimentación de diferentes modos de producción: desde la expresividad neofigurativa a la austeridad del arte geométrico, desde los tradicionales soportes de la pintura y el dibujo a las intervenciones gráficas y pictóricas sobre el mármol.
 
También toma las construcciones espaciales, la performance, la fotografía, la videoinstalación, el libro de artista, la poesía visual y el arte correo. La artista desarrolla sus propuestas en el marco de la estética conceptual y minimal, gestadas en Argentina en los años ´60 y continuadas en los años posteriores. Modalidades con las que se produce la apertura del objeto artístico a través de la incorporación de nuevos materiales y la demanda del espectador para comprenderlo.

La fragmentación es una de las estrategias plásticas con las que trabaja desde los años setenta. En esa época, Orensanz utiliza pequeños trozos de mármol de Carrara sobre los que inscribe frases incompletas.
 
Mediante estas formas de producción, pone en evidencia la posibilidad de plantear el acto de pensar en función de la articulación de posibles respuestas.
 
Para la artista, “pensar es un trabajo que cada uno debe hacer todos los días. Pensar nos distingue como seres humanos(...) Pensar es considerar al otro(...) tener presente que cuando uno habla hay otro que escucha(...)Pensar significa libertad”.