“Este es una problema complejo que no se puede resolver con una sola decisión, pero debemos trabajar todos para atacar las causas múltiples que llevan a este excesivo consumo de alcohol”, reconoció Scioli al término de una reunión, que junto con parte de su gabinete, mantuvo con empresarios de confiterías bailables de la provincia de Buenos Aires.

Scioli informó que durante la reunión con los empresarios “se habló del horarios de los boliches, pero por ahora no se llegó a ninguna determinación”.

“Mi idea es que cuando fijemos un tope horario para esta actividad, después de haber consultado con otras jurisdicciones vecinas, tendríamos que fijar que la barra que vende alcohol cierre unas horas antes del cierre de los boliches”, sostuvo.

El gobernador destacó que “producto de esa ingesta de alcohol, que a veces lleva a los jóvenes a un nivel de intoxicación, se colman las guardias de los hospitales en las madrugadas de los fines de semana”.

“Nos lo dicen los médicos que allí trabajan que ven alarmados como aumentan estos casos y a eso se le suma la preocupación de los padres que nos piden que intervengamos”, sostuvo Scioli.

El gobernador explicó que se seguirá reuniendo con los empresarios de boliches para tratar la problemática y anunció que también habrá reuniones con intendentes y los gobiernos de la Capital Federal y del sur de la provincia de Santa Fe, debido a la proximidad geográfica que tienen con nuestra provincia y al habitual recorrido que hacen los jóvenes para bailar en otras jurisdicciones Dijo que “es fundamental” controlar la “previa”, como los jóvenes denominan a la franja de tiempo, antes de ingresar a las confiterías, que utilizan para beber en exceso.

“Además del horario de funcionamiento de los boliches, debemos ver cómo evitamos la intoxicación con alcohol y entonces, hay que extremar los controles de alcoholemia en la puerta de los boliches porque es una manera que nosotros vemos posible para que esa ´previa´ no se potencie dentro del local bailable”, consideró.

Scioli estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y los ministros de Seguridad, Carlos Stornelli, y de Desarrollo Social, Baldomero Álvarez de Olivera, y el titular de la FAM bonaerense e intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo.

De la reunión participaron también representantes de boliches bailables de Quilmes, San Miguel, La Matanza, la Plata, San Martín, la zona norte del Gran Buenos Aires y del partido de la Costa.

Aníbal Mathis, titular de la Asociación Bonaerense de Confiterías Bailables, resaltó la convocatoria del gobernador y aseguró que en 1996 cuando se fijó el tope horario a los boliches “se manejó el tema de manera autoritaria y fachista mientras hoy se aborda desde el consenso”.

“Estamos de acuerdo en que se fije un horario de cierre a los locales bailables siempre y cuando se consensúe con los locales que funciona en la ciudad de Buenos Aires”, dijo Mathis.
Fuente: Télam