Ante la aparición de carne de cerdo a la que se le detectó por análisis la presencia del parásito que produce la Triquinosis (Trichinella Spiralis) en esa ciudad, la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Feneral Pueyrredon -a través de los Departamentos de Bromatología y de Zoonosis- pone en conocimiento de la población las medidas preventivas para evitar esa enfermedad.
A los consumidores se les aconseja controlar el rótulo o etiqueta de fabricación en todos los subproductos elaborados con carne de cerdo que se adquieran (por ejemplo, salamines, bondiola, panceta, etc) y no comprar aquellos que no se encuentren debidamente identificados.
Además, no hay que consumir productos elaborados con carne de cerdo en forma casera, a menos que se tenga la certeza de que el cerdo ha sido analizado por un profesional responsable. Finalmente, hay que cocinar hasta que desaparezca el color rosado (más de 70°C) cuando se consuma la carne de cerdo fresca.
El elaborador deberá adquirir las reses faenadas en lugares que aseguren su aptitud sanitaria (establecimientos frigoríficos habilitados). Vale señalar que el único método seguro para eliminar las larvas del parásito es la cocción total a más de 70° de temperatura. Otras técnicas como la salazón, el ahumado o el secado no matan al parásito.
El faenador de cerdos deberá mandar a analizar siempre pequeños trozos de carne provenientes de la totalidad de los cerdos que se faenen por un profesional responsable o por la Municipalidad. Las muestras que se analizarán deben provenir de la parte carnosa de la entraña (diafragma), músculos intercostales (carne entre las costillas), carne de la base de la lengua y carne de la quijada (músculo masetero).
Finalmente, los consejos para el criador de cerdos pasan por mantener la higiene en las instalaciones de crianza, evitando la presencia de roedores. Además, se deberá asegurar una adecuada sanidad de los animales mediante los tratamientos preventivos necesarios. Para cualquier consulta, hay que dirigirse al Departamento de Bromatología (Dorrego 1765) y al Departamento de Zoonosis (Hernandarias y J.N. Fernández).