En una entrevista concedida a Rubén Ferrari, el empresario gastronómico destacó: “los años anteriores, en los que se aplicó la medida, hemos perdido una importante cantidad de cubiertos”.

“Pero no sólo nosotros resultamos perjudicados – aclaró – pues los mismos turistas pierden la posibilidad de salir a cenar porque vuelven tarde de la playa y eligen un paseo nocturno, o bien se conforman con un sándwich en casa o en el hotel para esperar las actividades del día siguiente”.

Consultado por las consecuencias del receso por la gripe, señaló: “fue como un duelo en plenas vacaciones de invierno”.

Por último, respecto del 12 de octubre y las perspectivas de cara al verano, insistió: “si no sucede nada extraño, como por ejemplo un piquete en la ruta 2, y tampoco se repiten los problemas que tuvimos últimamente, tendremos un fin de semana largo muy interesante y una excelente temporada”.