Afuera lo esperaban con cámaras y micrófonos, pero él dijo: “por favor, no me pregunten nada. No quiero hablar de política”.

Luego, se desmintió en menos de un minuto. Bastó que le insinuaran una opinión sobre el Gobierno. Contestó a secas: “Este gobierno es tiempo pasado”.

Después se entusiasmó con su remozada artillería verbal y ratificó que ya piensa en 2011: “en caso de ser el mejor perfilado en el PJ, no tengan dudas de que me presentaría como candidato”.

Al final, antes de irse, con la corbata desanudada y acomodado en su camioneta Plymouth, se descargó directamente contra Néstor Kirchner: “tenemos que ganar por todos los medios y expulsar a quien, sin ser bonaerense y sin que le correspondiera ser candidato, fue candidato de la provincia”.

Había pasado más de media hora de su conferencia y Duhalde seguía hablando. Y de política. Como si el ambiente de la XV conferencia anual de la Unión Industrial Argentina les hubiera sentado bien a sus renovadas ansias de hacer todo lo posible para minarle el camino al Gobierno, de cara a 2011.

Este martes inició la jornada con el radical Rodolfo Terragno, como había hecho en el último Coloquio de Idea, en Mar del Plata. Entre los dos presentaron otra vez su estrategia para sentar un acuerdo político nacional, al estilo Pacto de la Moncloa, pensando en las próximas elecciones.

Terragno hizo público entonces el borrador de “un preacuerdo sobre aspectos institucionales” de ese posible pacto, que incluye un Estatuto de Inversión y hasta una lista de políticas públicas, y que ya tendría el visto bueno de al menos dos dirigentes con ansias presidenciales: Julio Cobos y Mauricio Macri.

La semana que viene, el mismo Terragno hará una presentación similar en el Consejo de las Américas, en Nueva York. También asistirá Duhalde.

“Debemos ser protagonistas -propuso Terragno-. Si esto fracasa, la culpa será de nosotros, los líderes de un proceso que no supimos llevar a buen puerto”.

Duhalde mantuvo después el tono, y repitió su llamado a “construir un gobierno patriótico de unidad nacional”. Un gobierno que, según él, debería estar encabezado por el peronismo y por el radicalismo: “Son las dos fuerzas históricas. Los partidos chicos no sostienen la alternancia en el poder. Y no es que esté contra ellos, pero estamos hablando de un acuerdo para 2011, no para 2040”.

Duhalde se puso de pie y levantó la voz para intentar seducir a los industriales, pero también a los líderes de la cúpula agropecuaria, que lo miraban en primera fila. Tuvo un guiño especial para ellos, con críticas al oficialismo incluidas: “hay que copiar a Brasil. Mientras acá pisamos al campo, ellos les dan millones para fomentar la actividad productiva” - dijo.

El ambiente de la conferencia tomó un cariz netamente opositor. Nadie se inmutó cuando criticó al Gobierno por hablar de “ánimos destituyentes” (“Eso no existe más. Lo que tiene que hacer es ponerse a trabajar”) y la mayoría sonrió cuando lo describió como “extorsivo”, y anunció: “vamos a terminar mal si continúa el poder hegemónico”.

Incluso, cuando terminó la conferencia, buena parte de los empresarios dijeron estar satisfechos con el llamado al acuerdo de Duhalde. Sobre todo cuando se refirió a “reglas de juego claras” y a “la llegada de inversiones”. Eso sí: pidieron que también participe el Gobierno. “No hay diálogo político si no participa”, expresó el abogado de la UIA, Daniel Funes de Rioja.

Mientras tanto, Duhalde afuera ya había empezado a despotricar, repitiendo que Kirchner le había hecho “daño a la provincia” y que se prepara, otra vez, para intentar el regreso.

Fuente: La Nación