Durante más de dos horas y a pesar de la lluvia, desde las 14.30 y hasta cerca de las 17, un centenar de guardavidas y vecinos de los barrios del sur de Mar del Plata se instalaron en las puertas de La Reserva y cortaron momentáneamente la Ruta 11 con el aval de la Policía.
Frente a ese complejo turístico privado situado a metros del ingreso al barrio Alfar, los miembros de UGA(Unión Guardavidas Agremiados) encendieron una fogata con neumáticos y maderas expresando así claramente su repudio ante la medida tomada por la patronal.
Al respecto, el secretario general de la organización gremial, Miguel Nieto, explicó: “Nos concentramos en el ingreso a La Reserva para darle nuestro apoyo a los cuatro compañeros que en el día de la fecha se enteraron que perdieron el trabajo por decisión autoritaria y sin explicaciones de parte de los empresarios”.
“Nos tomó por sorpresa”, admitió el representante de la Unión de Guardavidas Agremiados al tiempo que aclaró que “estos chicos trabajaban hace muchos años en estas playas y no es justo que le quiten el derecho al trabajo de un día para otro”.
A escasos días del inicio del verano y con la llegada de las primeras jornadas de playa, el complejo turístico en cuestión no contaría ahora con el número necesario de guardavidas para garantizar la seguridad de los marplatenses y turistas que acuden a este lugar.
“Es una empresa que mueve muchísimo dinero y que en verano se llena de gente. No tener el servicio de guardavidas en esta playa es poner en riesgo a la gente que viene y paga para disfrutar del lugar y poder descansar”, consideró Nieto.
Durante las más de dos horas de escrache, ningún representante del balneario intentacercarse a los manifestantes para abrir un canal de diálogo. “A estos tipos ya los conocemos bien y no dan la cara”, advirtió Diego Sánchez, otro de los representantes de UGA. “Proponemos que todos los vecinos de la zona no saquen la basura sino que cuando pasen por la ruta paren y tiren las bolsas dentro de este lugar (La Reserva) para hacerle ver lo basura que son”, añadió, captando el apoyo unánime de sus compañeros.
Mientras los neumáticos avivaban el fuego y los cánticos de los guardavidas se hacían sentir sobre la Ruta 11 en clara señal de desacuerdo con la decisión de los empresarios, Miguel Nieto explicó: “Sabemos que esto no tiene una solución rápida pero nosotros esperamos y queremos que los propietarios del balneario recapaciten y contemplen o bien la posibilidad de reincorporarlos al puesto de trabajo del que nunca debieron ser desplazados o en todo caso asignarle un nuevo lugar para no dejarlos a la deriva en esta temporada”.
“Queremos que se solucione y que este tipo de situaciones no ocurran más, porque los perjudicados son los trabajadores, pero también los turistas que año tras año eligen a Mar del Plata para veranear en las playas que naturalmente requieren de la función de seguridad y prevención que nosotros cumplimos”, concluyó Nieto.