Según datos del segundo trimestre del año, el ingreso de los argentinos que más tienen es 26,2 veces superior al de los que menos ganan. Un año atrás, esa diferencia era de 23,4 veces. Esto indica que hay una mayor concentración de la riqueza.
En el último año, se agrandó la porción de la riqueza con la que se queda el 10% más rico de la población y se achicó la que pudieron capturar los más pobres. Pero además, entre el segundo trimestre del año pasado y del mismo período de 2009, la brecha en los ingresos de unos y otros se agrandó. Es, claramente, una regresión en las políticas de redistribución del ingreso, uno de los ejes discursivos del gobierno kirchnerista, el actual y el anterior.
Los datos son oficiales y surgen de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, recientemente publicada. De allí surge que los argentinos que están en el pico de la pirámide social tienen sus bolsillos 26,2 veces más gordos que los bolsillos de los argentinos más pobres. El año pasado, esa diferencia era de 23,4 veces.
Según el INDEC, en el segundo trimestre de este año el 10% más rico de la población se quedó con el 32,9% de los ingresos mientras que el 10% más pobre sólo se adueñó del 1,3% de los ingresos. Un año atrás, los porcentajes eran 31,9% y 1,4%.
Ayer, el INDEC difundió la base de datos con la que realiza la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) porque había modificado la metodología para calcular ese indicador. Era una dato que no se publicaba desde 2006.
Al volver a dar es dato, el INDEC tuvo que detallar las mediciones que hace sobre los ingresos de los argentinos. Y el resultado fue que si se compara el segundo trimestre de este año con el mismo período de 2008, el 10% más rico se reparte entre sí cerca de 7.783 millones de pesos al mes. Y, quienes están dentro de ese grupo, en promedio, tienen ingresos mensuales por 5.669 pesos por mes. En cambio, quienes están exactamente en la otra punta de la pirámide, se reparten entre sí casi 298 millones de pesos al mes y, en sus bolsillos, entra una media de 216 pesos.
El INDEC había interrumpido la publicación de esta base de datos porque cambió la metodología de cálculo para medir los ingresos de los argentinos. La última vez que había publicado este indicador, la brecha entre los que más ganan y los que menos ingresos reciben era del 25% (casi como ahora que es de 26%) pero los ricos se quedaban con el 35% de la torta y los más pobres veían en sus bolsillos sólo el uno por ciento.
Ahora, el INDEC se ampara en la necesidad de aggiornar las estadísticas con el resto del mundo para defender el cambio de cálculo en la distribución del ingreso, uno de las proclamas políticas de la presidenta Cristina Kirchner. El INDEC está cuestionado por sus mediciones desde que paso a depender del secretario de comercio interior, Guillermo Moreno, en febrero de 2007. El ministro de Economía, Amado Boudou, sostiene que ahora el INDEC está en proceso de normalización, aunque los cuestionamientos continúan.
El titular del INDEC, Norberto Itzcovich, y el director de EPH, Claudio Comari, defienden una medición de distribución de la riqueza que no mire sólo los ingresos individuales sino que contemple el alivio que representa en los bolsillos más pobres la asistencia estatal. Las series de ingresos ahora comparan con el 2003.
Y, mirado con ese cristal, el 10% más pobre mejoró 7,5 veces sus ingresos en los últimos seis años (los de las gestiones K), mientras que el 10% más rico vio crecer sus ingresos sólo 2,6 veces.