Por Pablo San Pedro, vecino de Mar del Plata
Se ha permitido nuevamente en esta ciudad una manifestación que violó los derechos de otros. Lo que nos han enseñado de chicos acá no se aplica...
Este miércoles leía sobre la queja de un comerciante del centro por la quema de neumáticos frente al correo y lamento haber observado cómo la historia se repitió el jueves.
Gente manifestándose no es el problema; el problema es que al quemar gomas se produce un terrible hollín que arruina la mercadería y que se mete por todos lados, lo cual provoca un grave perjuicio a los comerciantes de la zona.
Por supuesto, la Policía y el comisario Sánchez se hicieron presentes... pero ¿para hacer qué? Obviamente tratar de persuadir a los manifestantes pero sin obligarlos a abandonar esa práctica; mientras, el hollín lo cubrió todo, dañando una vez más a los que trabajamos en la zona.
Como consecuencia de esta situación, llamé primero al 911, donde me dijeron que era un tema de la Municipalidad; después me comuniqué con la comuna y allí me respondieron que era un tema de la Policía... ¿Conclusión? Círculo vicioso...
También intenté encontrar alguna respuesta en la Fiscalía de Mar del Plata, pero tuve menos suerte ya que ni siquiera me atendieron.
Entonces me pregunto qué nos queda. Yo entiendo que hay gente que no tiene emplea y que necesita manifestarse.
Pero, a la vez, creo que ni yo ni ninguno de los comerciantes de la zona les hicimos algo como para que nos perjudiquen una vez más.
Al final, voy a terminar creyendo que el que trabaja, el que paga sus impuestos, el que está al pie del cañón cada día para llevar el pan a su familia siempre estará expuesto sin que ninguna institución del Estado haga nada para protegerlo.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en esta columna no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.