En una entrevista concedida a Rubén Ferrari, Serebrinsky analizó: “ahora parece ser que el chivo expiatorio es Julio Cobos, y si bien he estado de acuerdo con él en algunas cuestiones y en otras no, debo reconocer que es un hombre que tuvo la capacidad de sentarse a conversar y poner a la Argentina por delante”.

“Justamente es eso lo que un ciudadano común espera de un dirigente de talla”, subrayó Tato.

Consultado por el conflicto con Martín Redrado, el representante de la UCR en el Congreso de la Nación respondió: “en principio me parece que no es malo que el país se desendeude y que pague, en parte, si hay sobrantes y si ello significa estabilidad e inversión”.

“El tema – reparó Serebrinsky - es la metodología que emplea este Gobierno, que todo lo hace con atropello, con prepotencia, sin diálogo ni consenso”. “Realmente eso es lo que provoca una imagen negativa, aún en cuestiones positivas”, consideró.

Y añadió luego: “yo coincido en muchas de las decisiones que toma esta administración, desde lo político y desde lo ideológico; pero esto de que el fin justifique los medios es un rasgo absolutamente autoritario”.

“Por ello creo que esta película termina como tiene que terminar – vaticinó Tato – Es decir, dentro de dos años perderán las elecciones porque la sociedad está cansada“
 
A renglón seguido, en tanto, el diputado afirmó: “La oposición debe ser responsable, pero no tiene por qué acompañar los negociados ni una metodología irritante que genera un stress social permanente cuando el país está en condiciones de despegar y de crecer”. “En síntesis – completó – nosotros debemos cuidar el marco institucional, pero ellos también”.

“Me parece que a Néstor Kirchner le faltó el vuelo del estadista; se quedó en la chiquita, en la pelea, en la encerrona del PJ y abandonó la construcción plural y transversal que le dio muy buenos resultados electorales y que podría haber seguido dando sus frutos”, concluyó.