El empresario Sebastián Piñera gana en segunda vuelta las presidenciales frente a su rival de centroizquierda Eduardo Frei, que ya ha asumido la derrota.
El empresario Sebastián Piñera ha hecho historia este domingo en Chile al devolver a la derecha a la presidencia de la República por vías democráticas, algo que no sucedía desde 1958 con el triunfo, entonces, de Jorge Alessandri.
No ha hecho falta esperar a contar todos los votos, porque su rival de centroizquierda y ex presidente Eduardo Frei ha asumido su derrota y ha felicitado a Piñera cuando se había escrutado el 60% de votos. Pero para entonces ya estaba clara la victoria del líder de Renovación Nacional, que sucede así a la socialista Michelle Bachelet, a la que la ley impedía presentarse a estas elecciones tras haber completado su primer mandato al frente del país.
El ex presidente de centroizquierda, que le ha deseado el éxito a Piñera en su nuevo cargo, se ha mostrado confiado en que prevalecerá “el interés colectivo y el bien común”. “Seremos guardianes de la libertad y desde mi puesto en el Senado seguiré junto a ustedes, quiero agradecer a las chilenas y chilenos que nos han acompañado en sus casas, barrios, lugares de trabajo, nos pusimos de pie en momentos difíciles llevando nuestra verdad, para que construyéramos este futuro”, ha adelantado, prometiendo dar la batalla desde las filas opositoras.
“Desde la recuperación de la democracia hemos sido protagonistas en la formación de nuestra Nación, Chile es mucho mejor que el país que recibimos el año 90”.
Piñera, que siempre ha manifestado su oposición pública a Augusto Pinochet, se impuso a Frei con el 51,87% de los votos frente al 48,12% de los sufragios cosechados por el ex presidente, con el 60,3% de las mesas electorales escrutadas. Un total de 8.285.186 ciudadanos estaban llamados este domingo a sufragar en las 34.348 mesas de votación repartidas por todo el país para elegir al sucesor de Bachelet, que entregará el poder el próximo 11 de marzo.
Piñera pondrá fin así a cuatro mandatos consecutivos de la Concertación y se convertirá en el primer mandatario de la derecha desde el retorno de Chile a la democracia, en 1990, tras 17 años del régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Nada más conocerse estos resultados, los seguidores de Piñera, reunidos en un céntrico hotel de la capital chilena, han estallado de júblio, con gritos de alegría, abrazos y cánticos, y las primeras caravanas de vehículos han salido a las calles para festejar la victoria del empresario.
Por el contrario, en el cuartel general del ex presidente Eduardo Frei los dirigentes de la Concertación y personalidades de Gobierno no ocultaban la decepción en sus rostros.
Bachelet se despide en lo más alto
Ocho millones de chilenos han acudido este domingo a las urnas en una jornada en la que la afluencia de votantes ha sido normal. En la calle ha habido una gran presencia policial, pero no se han registrado incidentes de relevancia. La socialista Bachelet dejará el poder con una popularidad del 80 %. Las mesas han estado abiertas desde las 7.00, hora local (cuatro horas más en la península) hasta las 16.00 hora local. La actual mandataria -tras votar esta mañana- ha pedido a los chilenos esperar los cómputos con calma, normalidad y tranquilidad, como ha sido siempre en Chile.
Aunque las últimas encuestas daban un empate técnico, durante meses el opositor Piñera ha dominado la intención de voto augurando una victoria de la derecha. El ex presidente Eduardo Frei(1994-2000) pudo recortar las diferencias tras recibir el apoyo del izquierdista Marco Enríquez-Ominami. En la primera vuelta, a la que el pasado 13 de diciembre concurrieron cuatro aspirantes presidenciales, Piñera obtuvo un 44,03% de los votos, en tanto que el ex presidente Frei logró un 29,6%.
Sebastián Piñera es un empresario de éxito que introdujo las tarjetas de crédito en el país, líder de Renovación Nacional (RN), manifestó su oposición pública a Augusto Pinochet -dictador en Chile en el periodo 1973-1990 y de quien el hermano de Piñera fue ministro- y financió la campaña para el plebiscito contra su continuidad en el poder. Su partido está en coalición Unión Democrática Independiente (UDI), formación identificada con el pinochetismo, Por ello, uno de los problemas del líder en la campaña ha sido evitar que lo relacionen con la dictadura. Su interés está en un viraje hacía el centro.
Fuente: El País