A la hora de medir la eficacia de una gestión municipal, sin dudas lo primero que surge es lo que perciben los sentidos. Y la obra pública es lo que mas satisface a los ciudadanos ya que ven ahí reflejado el esfuerzo de su contribución.

Por eso que no es de extrañar que el Secretario de Economía y Hacienda, Mariano Pérez Rojas, base sus argumentos presupuestarios en la mucha obra pública que se realiza en Mar del Plata y justificar así el aumento de tasas municipales para el ejercicio fiscal de 2010.

Pero al internarnos en un análisis más profundo veremos que las obras son reales, pero que poco tienen que ver con una gestión eficaz de gobierno.

Los mismos funcionarios municipales, y especialmente el Intendente Pulti, en cierta forma, reconocen que de no ser por los aportes de la Tesorería de la Provincia y especialmente por los aportes girados por la Nación, la administración municipal es económicamente inviable.

Esto sucede no sólo porque la Nación y la Provincia financian las obras públicas en la ciudad y aportan para los gastos corrientes y para, mes a mes, completar los fondos suficientes para el pago de haberes del personal; sino también porque, así y todo, el Municipio cuenta con un déficit que se estima superior a los veinte millones.

Al referirnos a la administración municipal propiamente dicha, el estado es calamitoso: falta de concursos para ingreso de personal, soslayamiento de la carrera administrativa, personal jerárquico presentando notas por la falta de idoneidad de los funcionarios políticos que desconocen los regimenes administrativos, etc... Todo esto sin contar que la municipalidad transita por esquemas administrativos superados por el tiempo que nadie parece prever.

Endeudamiento, aportes provinciales y nacionales (obra pública, educación, salud, salarios), moratorias extensas, aporte de residentes de otras ciudades, obras como alumbrado subsidiadas por el Estado Nacional y que luego serán cobradas a los frentistas por mejoras, déficit de servicios en los barrios, raquíticos presupuestos en las delegaciones municipales.

En definitiva, estamos muy lejos de justificar el aumento de tasas, lo cual nos lleva a una pregunta obligatoria ¿qué hace Pulti con la plata?

Los problemas de ineficiente recaudación y mal gasto de nuestra Municipalidad no son producto de este tiempo, ni de exclusiva responsabidad del actual intendente, pero si se han potenciado a limites por demás escandalosos sin que aparezcan respuestas a una situación que pareciera sin retorno, salvo el rescate de las arcas nacionales y/o provinciales, que hoy por hoy no pasan por su mejor momento.

La administración municipal puso por delante el aumento de tasas, dejando pendiente, en un tiempo indeterminado, el proyecto de saneamiento presupuestario, ¿será que piensan quedarse mas tiempo?

Por lo pronto sin política de personal, tercerizando con estudios letrados externos el cobro de tasas en mora (aumentando así las costas a los contribuyentes), exenciones extravagantes de tasas, retraso en los cánones de concesión de espacios públicos explotados por privados, etc. piden esfuerzo fiscal al pueblo de Mar del Plata, el mismo pueblo que hoy compite en primer nivel en el triste campeonato de las regiones con mayor desempleo.

Pero no conformes, Manuel Regidor presidente del ENOSUR, desafiando las leyes físicas, propondrá realizar obras de asfalto de menor espesor, según dice, con el fin de dar “un desahogo” a la Municipalidad, olvidándose que existe un subsidio de 99 millones de pesos otorgados por el Gobierno Nacional para este fin, que nos lleva a otra pregunta; ¿a dónde irá a parar la diferencia?

Esperemos que el Concejo Deliberante de Mar del Plata, cuando termine su raid frenético en la búsqueda de personajes ilustres para agasajar, ponga atención en la conformación de los gastos de la Municipalidad a la hora de tratar el proyecto de presupuesto para el 2010, y defienda los intereses de los ciudadanos que los eligieron para defender sus intereses.

ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.