Finalmente se celebró la Festividad de San Salvador, Patrono de los Pescadores, en el Puerto de la ciudad. La procesión partió pasadas las 15 de la Parroquia Sagrada Familia, con la imagen del Santo y la Virgen de Lourdes, encabezada por el Obispo Juan Alberto Puíggari, el padre Juan Molina, el presidente de la Sociedad de Patrones Pescadores, Luis Ignoto, el Prefecto Mayor Ricardo Fortini, la Reina de los Pescadores, Alejandra Areas, y sus princesas Jaqueline Murgier y Débora Heindryckx.
Luego de recorrer las calles del sector, se encaminaron hacia la banquina donde gran cantidad de fieles y espectadores se acercaron para vivir esta fiesta. Una vez allí, subieron a la embarcación “Gala” para realizar la procesión náutica, que fue dentro de la dársena por la gran cantidad de viento que azotaba en esos momentos.
Se arrojaron las ofrendas florales para recordar a los fallecidos en el mar y rezaron por ellos. Una vez de regreso, el Obispo Juan Alberto Puíggari realizó su plegaria y dio su bendición a esta celebración.
“Nos hemos reunidos para expresar nuestra fe en Dios, y celebrar junto a nuestro Patrono San Salvador. Hemos paseado por las calles del Puerto con su imagen, para pedir por todos aquellos pescadores fallecidos en cumplimiento de su trabajo, y por todas las familias”, expresó Monseñor.
Y prosiguió: “Queremos pedirle para que se pueda encontrar la solución a este conflicto que atraviesan las lanchitas, que hoy vemos con banderas negras, símbolo de la preocupación de muchos por el futuro de su trabajo, y la dignidad de su familia”.
En ese sentido el Obispo Puíggari manifestó: “Quisiera hoy pedirle al señor, en este lugar tan especial, que ilumine y fortalezca a toda la dirigencia para que, con creatividad responsable y solidaria, pueda encontrar una solución, que no ponga en peligro el trabajo de tantas familias, que no ponga en peligro las fuentes genuinas de trabajo, que asegure dignidad y libertad del hombre, y que nos permita vivir en un clima de paz social que recree los vínculos entre todos los marplatenses”.
Además resaltó que “para lograr esto es necesario hacer un renunciamiento de todos, pero en especial de los más grandes a favor de los más pequeños. No es el único valor el lucro, sino la grandeza de buscar el bien común para soñar con un proyecto de país que tenga como meta la inclusión de todos los argentinos. Soñamos con un Bicentenario con mayor justicia y equidad. Las riquezas naturales tienen un destino universal para todos los hombres, y es obligación nuestra cuidar el recurso que ya es demasiado acotado, para que lo puedan aprovechar también las generaciones futuras. No es admisible y es un error grave que, por motivos economisistas y de puro lucro egoístas, estemos poniendo en peligro puestos de trabajo y el futuro de muchos hermanos que dependen de esta actividad”.
Finalmente Monseñor dijo: “La solución del problema de las lanchas amarillas y todo nuestro Puerto no está a mi alcance ni es correcto sugerirla, pero sí pedirle a Dios que ilumine a los que tienen algo que aportar para que busquen el bien común, para que sean capaces de unir esfuerzos y así lograr una pesca responsable, que no tenga como único objetivo mirar el negocio. Le pedimos al señor de los mares y a la Santa Virgen, que muevan con el poder de sus brazos los corazones de todos los que tienen la solución en sus manos. Que bendiga a todos los integrantes de la reunión que se realizará la próxima semana para que encuentren una respuesta”.
Todas estas palabras fueron en el marco de un paro por tiempo indeterminado que llevan a cabo los patrones de las tradicionales lanchitas, que buscan su reivindicación.