En los próximos días, en Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes, se tratarán las Ordenanzas Fiscal e Impositiva 2010 que incluyen un importante aumento de la Tasa de Servicios Urbanos y la Federación de Asociaciones Vecinales de Fomento de General Pueyrredón, ha creído conveniente fijar posición pública al respecto: NO AL AUMENTO.

Varias razones nos llevan a pensar de esta manera.

Valoramos que existan obras públicas en construcción, con el aporte de las jurisdicciones Nacional y Provincial, pero la ejecución presupuestaria para obras y servicios con fondos propios, no alcanza para resolver los problemas cotidianos.

Es conocida la “desproporción” que tienen los gastos de funcionamiento, los gastos en personal y el contrato con la 9 de julio, respecto del resto de los egresos municipales.

Esa desproporción lleva a la municipalidad a no prestar con eficiencia otros servicios y así se suceden: los reclamos en mantenimiento de alumbrado público, la multiplicación de los basurales, la falta de limpieza de bocas de tormenta, el absoluto descontrol en materia de usos del espacio público y privado o la deficiente prestación del servicio de transporte, entre otros.

El vecino, cada vez que recurre al municipio frente a estos episodios críticos, recibe nula satisfacción a su problema y busca acciones alternativas para mejorar el resultado. Ejemplo: el llamado a las radios manifestando su reclamo y especulando con que el trámite, al hacerse público, operará como una presión sobre el área incumplidora.

Esta situación que lleva años no se puede mantener en el tiempo. La relación del municipio con el vecino debe mejorar y, en la mayoría de los casos se puede lograr si se implementan acciones tendientes a ello y que no pasan por el problema económico.

La Municipalidad debe funcionar como un gran departamento de gestión en beneficio del ciudadano, usuario, beneficiario, contribuyente o vecino.

No va a mejorar la eficiencia de los servicios municipales por la sola condición de aumentar la TSU repitiendo, sin creatividad, la receta de otras administraciones, sino a partir de un profundo cambio que implique: mayor participación del vecino en herramientas de gestión como el presupuesto de recursos y gastos, presupuesto participativo y audiencias públicas, entre otras.

A partir de la combinación de más participación comunitaria con mejor utilización del gasto se perfeccionará la relación de confianza con el municipio, sobre la base del contrato social de convivencia: vecino-Municipio.

Es cierto que Mar del Plata es la capital del turismo y de hecho lo es, tiene reconocimiento nacional e internacional y en verano está “a pleno” pero, no es menos cierto que para el vecino de todo el año, su Municipio dista mucho de solucionar las cuestiones habituales.

No alcanza con pedir aumentos en los servicios, hay que transformar la relación municipio-vecino. Para ello no se necesita más plata.

Es irrelevante el monto de la Tasa en un Municipio que no da respuestas: siempre es cara.

Las asociaciones vecinales de fomento también padecen este accionar de la administración, cuando los convenios no se ajustan con el mismo criterio general que se usa para fundamentar el incremento de la TSU.

Varias administraciones han pasado y todo sigue igual. Estamos empeñados en obtener respuestas. Ese es el desafío. Hay que pensar en términos de resultados.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.