“Es bueno en la vida recordar que nadie es más que nadie y que gobernar es construir equipos”, comenzó explicando José Mujica en su primer discurso como presidente de Uruguay.

En ese marco, remarcó que “no por estar arriba, tu corazón y tu compromiso dejan de estar abajo”; y anticipó: “estamos comprometidos con un país que vaya más”.

Mujica reconoció que tuvo un “duro aprendizaje” pero que “la larga acumulación significa poder progresar”, aunque también añadió que “no hay progreso que no sea acumulativo”.

Asimismo, recordó las libertades que existen en Uruguay al señalar que “no es poca cosa tener libertad, disentir, respetarnos, multiplicar conocimiento y ciencia”. “Y ensayar todos los caminos y formulas que sirvan para enriquecer a la sociedad y a nosotros mismo como seres humanos”, agregó.

De este modo, Mujica destacó: “es inútil querer igualar de arriba hacia abajo. La gente reclama lo inverso. Tenemos que cumplir nuestros pequeños escaloncitos y dejar algo que van a continuar otros”. “La historia no empieza ni termina con nosotros”, resaltó.

Mujica, por otra parte, reiteró que el país necesita “la colaboración de todos los sectores que componen nuestra sociedad: ricos, pobres y los del medio”.

“Necesitamos gente que invierta y tenemos que darle garantías. Y para eso le tenemos que dar seguridad. Tiene que andar la economía pero tiene que andar todas las iniciativas posibles”, indicó.

Con respecto al papel del Estado, Mujica consideró que debe tener “audacia” y “la capacidad de asociarse”. “Darle la posibilidad a una clase media ahorrista que no llega al estatus de empresario. Ayudarla a fundar cosas; y aquellos más corajudos que no se preocupen en levantar carteles para reclamar, pero que se preocupen por fundar cosas y demuestren que los trabajadores son capaces de hacerse cargo”, manifestó, al tiempo que consideró que “si no multiplicamos la riqueza todo el resto es bla, bla, bla”.

Por último, se refirió a las tragedias que recorrieron la región en el último tiempo y pidió solidaridad. “Allá esta Chile roto, que nos llama y nos dice cuidado. Ayer fue Haití. Mañana puede ser cualquiera. Por eso tenemos que ser solidarios con nuestros compatriotas”, explicó.