El marplatense jugó en un nivel estupendo el dobles con Nalbandian, en su primer encuentro en la Copa Davis. Enchufado desde el primer game, fue clave con su saque y su juego en la red y encontró en el cordobés al compañero ideal para mantener la concentración.
Cuando vuelva a Mar del Plata, una de las primeras cosas que hará Horacio Zeballos será visitar a su abuela y le pedirá ese cassette en el que grabó el dobles que jugó este sábado con David Nalbandian y que dejó a Argentina a sólo un punto de abrochar el pase a cuartos de final de la Copa Davis. Es que un mejor debut no podría haber tenido el zurdo. Firme con su saque -más allá de ese quiebre en el arranque del segundo set- y picante con su devolución y juego en la red, el número 50 del ranking acompañó de manera impecable al cordobés. Y juntos lograron dejar al equipo de Tito Vázquez en una situación impensada días atrás de cara a los últimos dos singles. “¿Cuándo te diste cuenta que habías jugado tan bien”, le preguntaron. “Cuando metì la volea en el match point”, dijo, entre risas.
“La sensación más linda fue ver a los argentinos alentándonos. Es lo que más rescato de este debut”, arrancó su análisis Zeballos. “¿Por qué jugué bien? Se sumaron muchas cosas. El alivio de que David esté conmigo me generó confianza en cada punto. Quería representar a Argentina de la mejor manera posible y por suerte se me dio”.
Tras el rendimiento que exhibió hoy, Horacio Zeballos le entregó al capitán argentino una alternativa más en caso de que David Nalbandian no decida arriesgar el físico otra vez y cerrar él la serie.
Fuente: DyN