Por Miguel Angel Reynoso
Secretario General de APROPOBA
El 1er. Congreso Nacional sobre Discriminación de Penitenciarios y Policías en el Ejercicio del Derecho Sindical realizado recientemente en la ciudad de Córdoba y organizado por el Sindicato de Empleados Penitenciarios Policiales y Afines de esa provincia, además de marcar una significativa relevancia en cuanto al crecimiento de los movimientos sindicales de este tipo en crecimiento prácticamente en todos los distritos provinciales viene también a señalar y poner en un tapete público los comunes problemas que aquejan a los trabajadores policiales argentinos.
Bajos sueldos, notorias carencias de inversión en equipamientos básicos, mas allá de millonarias compras mas parecidas a ser destino de “negocios” particulares que verdaderamente pretender cubrir las necesidades policiales, pagos de bonificaciones “en negro”, excesiva carga horaria, carencia de descanso suficiente, la falta de respeto a la estabilidad en el empleo, prescindibilidades, cesantías, y otras graves violaciones a la legislación laboral de nuestro país, que con mayor o menor gravedad, y el disimulo de llamativas denominaciones resultan una constante que acecha al trabajador policial argentino dificultándole el cumplimiento de su misión, todo ello agravado con la permanente persecución a cualquiera que desde adentro de la institución pudiera alzar un reclamo al respecto.
El intenso intercambio al que también dio oportunidad el desarrollo de la reunión sin duda significó un gran paso en la pretensión de conseguir aunar los esfuerzos individuales de las entidades, tal como lo demuestra la aceptación unánime de la propuesta de APROPOL SANTA FE en lo referente a la constitución de una Mesa Coordinadora en busca de reflotar la primigenia idea de la federación de entidades, dando continuidad a la labor con la próxima reunión en esa provincia en el venidero mes de junio a la que se sumara inmediatamente la propuesta de APROPOBA para el tercer encuentro en el mes de octubre en Mar del Plata.
La unidad de pensamiento en la necesidad de buscar en igual sentido las estrategias de conjunto demostrada en la práctica con la constitución de una Mesa Coordinadora integrada por los representantes principales de las entidades asistentes al congreso, a los que con seguridad se sumarán en la próxima reunión otras provincias resulta una clara señal de que la acción va mas allá de la mera intención, para, entre otras cosas, hacer conocer a la ciudadanía las realidades que las mentiras del sector político le ocultan, y que atentan constante y sistemáticamente contra la eficacia en el desempeño de las funciones policiales en prácticamente todos los distritos de nuestro país.
Este verdadero logro en procura de los objetivos comunes, que se concreta pese a las dificultades que imponen las distancias y la carencia de recursos superados a fuerza de voluntad y sacrificio de los camaradas que con esfuerzo personal viajaron enormes distancias para decir presente y participar, es una clara señal de que el empeño se reafirma.
El movimiento sindical policial argentino, luego de dados los primeros pasos ante los abusos impuestos por las actitudes de los gobiernos y la necesidad de buscar la posibilidad de ejercer no solamente la protesta sino también el reclamo por el reconocimiento de sus derechos y la defensa de los trabajadores policiales ahora ha logrado unificar su estrategia en pos de la obtención de sus objetivos, bueno sería que la clase política argentina tuviera siquiera la capacidad de advertir que cada vez resulta más necesario dejar de mirar para otro lado y atender de una vez por todas que la libertad sindical plasmada en nuestra Constitución Nacional no constituye solamente un derecho, sino también una necesidad imprescindible si es que de verdad pretenden en algún momento iniciar en serio la lucha contra la inseguridad que azota a los ciudadanos y contra la cual todas las mágicas soluciones implementadas o planteadas hasta ahora, de sobra han demostrado una contundente ineficacia.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.