Tras su divorcio con Elisa Carrió, con quien confluyó en un espacio común hasta las elecciones del año pasado, Margarita Stolbizer quedó suelta, con algunos legisladores que todavía siguen sus pasos y en la encrucijada de decidir si se vuelca hacia el reluciente progresismo opositor o si retorna a la UCR, donde todavía juegan fuerte los dirigentes que la llevaron a alejarse de la fuerza donde inició su militancia.

Y esa controversia quedará exhibida el segundo fin de semana de mayo, para cuando tiene previsto un nuevo congreso de su partido, Generación para un Encuentro Nacional (GEN), el sello que creó en 2005 cuando se separó de la UCR, luego mezcló con el Ari en la Coalición Cívica y ahora lo tiene solo, con 5 diputados nacionales y 17 legisladores provinciales (10 diputados y 7 senadores).

Además de sus seguidores, a ese evento espera reunir a dirigentes políticos que hablan con ella pero ya poco y nada entre sí: el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, el diputado y líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino Solanas”; y el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, o en su defecto el senador nacional y presidente del PS, Rubén Giustiniani.

Experimentada en internas y roscas políticas, Stolbizer decidió, por ahora, apostar a todo, con señales hacia los más diversos frentes. Entre sus colaboradores más cercanos hay quienes frecuentan a Julio Cobos y mantienen viva la opción de acompañarlo en su sueño presidencial.

Pero, a su vez, la ahora diputada nacional nunca perdió su sintonía con Hermes Binner. Un dato lo muestra: el presidente del socialismo de la provincia de Buenos Aires, el diputado Carlos Nivio, comparte el bloque con los diez del Gen. En un partido orgánico como el que fundó Alfredo Palacios, decisiones así no son inconsultas.

Además, desde su bloque de diputados, Stolbizer suele coordinar acciones con los seis socialistas y conversar también con los once de centroizquierda (donde confluye Proyecto Sur, Solidaridad e Igualdad y Libres del Sur).

“Es fácil: vamos con la UCR y si no tenemos lugar con Pino”, simplifica un dirigente cercano a la diputada y justifica así las recorridas que la semana pasada su jefa hizo junto a Ricardo Alfonsín, convertido la contratara de Cobos en el radicalismo. Está claro: Stolbizer cae bien y se le perdonan sus andanzas más que a otros.

Amplia, Stolbizer abogará, además, por un frente que incluya a peronistas desencantados con todos los suyos. En la tarea de recolectarlos está el ex diputado nacional Aníbal “Toti” Leguizamón, quien para la última elección acercó varios PJ a la Coalición Cívica y abogó por un acuerdo entre la ahora diputada y Felipe Solá, finalmente frustrado.

Este complejo entorno debate todavía por qué cargo peleará Stolbizer en 2011. Nada menor. Cansada de hacer campaña, ella ya dijo que no quiere ir por la Gobernación de la provincia, donde el año pasado, junto a Ricardo Alfonsín, cosechó el 22% de los votos, una cifra nada despreciable.

Hasta hace un mes su frase predilecta era que, tras año de opositora acérrima, en el postkirchnerismo quiere “tener poder”. Un cargo en un futuro gobierno se adapta a esa pretensión. ¿Puede alcanzarlo si no vuelve a mostrar cartas en la provincia? Para muchos de los suyos, no.

A otros, antes de fin año, se les ocurrió una idea: que compita en una interna presidencial del Acuerdo Cívico, o como se llame para 2011. El más entusiasta fue el diputado provincial Juan Carlos Juárez, quien ya recorrió el país buscando adeptos.

Juárez tiene historia en la UCR, de donde se fue peleado con Leopoldo Moreau. Stoblizer pegó el portazo harta del ex senador y de Federico Storani, su ex líder en el partido.

Con el partido centenario reluciente, los Gen que no volvieron a la UCR lo hicieron, entre otras cosas, porque no simpatizan con mezclarse otra vez con los viejos caudillos. La vuelta al partido, para ellos, debe ser cerca de 2011. Y dicen que para Margarita también.
Fuente: lapoliticaonline