Quiero denunciar por este medio las largas y tormentosas gestiones a los que está sometido un afiliado a IOMA, como yo, y como miles de afiliados, con el sistema ambulatorio y de prestaciones de esta Obra Social.

En primer lugar, es inconcebible que se organice un sistema de salud con límites impuestos en los bonos (solo dos bonos por mes, es la consigna), que hoy son mercerizados por el Centro Médico. Esto LIMITA EL ACCESO A LA SALUD: obliga a no tener urgencias ni enfermedades crónicas o recurrentes o simplemente ser un afiliado preocupado en la prevención de la salud. Es sabido que la prevención en salud evita luego situaciones más graves que requerirán un alto costo médico, un argumento expresado en reiteradas oportunidades por todas las instituciones nacionales, provinciales e internacionales de la salud pública.

Lo que es cierto es que dos bonos mensuales en algunos casos podrán ser suficientes y en otros, absolutamente escasos. Yo me pregunto: ¿No se les ocurrió a quienes están a cargo de esta obra social permitir que sea el mismo afiliado quien de acuerdo a su situación sanitaria proponga los bonos que requerirá durante el año? Incluso, podrá ser avalado por el médico de cabecera. Esto beneficiaría tanto al afiliado como a los trabajadores de la Obra Social ya que no se requeriría mensualmente la reiteración de solicitudes. De esta manera, se trabajaría sobre temas que hacen a prestaciones especiales, y no a las cuestiones obligatorias que corresponden a un buen sistema de salud.

En segundo término, la emisión de carnet con fechas extremadamente cortas de vencimiento obliga a reiterar el mismo trámite -en mi caso un carnet de mi hija fue emitido con dos meses de vencimiento- con la consecuente pérdida de tiempo para los empleados de la Obra Social y para quienes también somos trabajadores. ¿Por qué IOMA todavía no pudo instalar un sistema on-line con las reparticiones de las que es prestador del sistema de salud, lo que evitaría esas reiteraciones innecesarias de constatación de empleabilidad?

Los ingresos de esta Obra Social no deben ser tan bajos como para que a la fecha no hayan permitido mejorar los sistemas tecnológicos, para proveer de un mejor servicio a los afiliados, y por ende también un mejor control del sistema de prestaciones. Sin embargo, no pueden pagar los afiliados responsables, que son mayoría y que cuidan su Obra Social, por algunos pícaros, sean afiliados o profesionales.

Tampoco tiene justificativo no haber conseguido una oficina única para todas las gestiones que requieren los afiliados, quienes se ven obligados a trasladarse muchas veces durante el mismo día a lugares diferentes y muy distantes uno del otro, para realizar trámites a veces complementarios. Ejemplo de esto es el vencimiento del carnet y el retiro de bonos. Es necesario, a su vez, descentralizar la información, porque hoy las auditorías y los certificados son remitidos de manera centralizada a La Plata, lo que entorpece la buena atención de los afiliados.

No tener en cuenta los tiempos de los afiliados, que son trabajadores de reparticiones públicas (como Justicia, Educación, Salud, y Desarrollo Social), produce reiteradas pérdidas de horas de trabajo, más allá de las molestias que genera, en especial cuando se está pasando por situaciones delicadas de salud. Esto tendría que ser analizado por los titulares de las reparticiones, quienes deberían preocuparse por la notoria burocracia institucional. Hay ejemplos de otras obras sociales que logran brindar un mejor servicio a través de una tarjeta o bien, un buen sistema tecnológico que permita controles eficientes sobre las prestaciones que realizan. Entiendo que cualquiera de esas reparticiones requiere el máximo de la eficiencia que se pueda alcanzar, porque son las áreas más sensibles de cualquier comunidad.

Decidí realizar esta denuncia pública porque considero que como afiliada de esta obra social –que debo decirlo, cumple correctamente las prestaciones cuando se trata de internaciones- debe mejorar su sistema de atención modernizando urgentemente su sistema de autorizaciones de todo tipo de prestaciones, que tengan como objetivo principal al afiliado. No quise que este reclamo sea reducido a un reclamo individual para lo que hubiera bastado una carta personal. Entiendo que esto debe ser una reivindicación colectiva de todos los afiliados, como así también de todos los trabajadores de la Obra Social, que desarrollan su actividad en evidentes situaciones de precariedad laboral.

Aquellos afiliados que compartan y padezcan estos reclamos, o quieran sumar otros que quizás yo desconozca, están invitados a hacer público su descontento: el objetivo es conseguir que se respeten los derechos de todos nosotros.

En breve, a través de la red social Facebook, estaremos lanzando un grupo de denuncia por las irregularidades que a diario padecemos los afiliados a IOMA. Desde allí podremos hacer masivo el reclamo y deberemos ser escuchados. GRACIAS a todos: busquemos que las cosas cambien ejerciendo nuestros derechos.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.