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Martes - 25 de Mayo de 2010 19:07
El bienestar paradójico de los marplatenses
La nueva modernidad y la llegada del nuevo capitalismo de consumo dedicado a la estimulación permanente de la demanda, a partir de la segunda mitad del siglo XX, abre las puertas a la civilización del deseo.
Han mutado valores antes vigentes, han surgido nuevas creencias, hemos ingresado a la era de la diversidad y la multiplicidad de identidades donde la fragmentación social resulta un emergente de estas cuestiones. Estilos de vida, costumbres, jerarquización de valores y nuevas formas de relación con uno mismo y con los otros son algunas de las características que ya han comenzado a instituirse en este capitalismo actual.
En este marco, la Consultora Ayala & Asoc. realiza un estudio de Estado de Ánimo de la Población con una muestra probabilística por conglomerados con ajustes de cuotas de sexo y edad. El tamaño muestral asciende a 400 casos siendo el margen de error muestral de +/-5,0%. La técnica de recolección de datos fue mediante entrevistas telefónicas.
Entre los principales resultados se observan algunos elementos muy interesantes que nos permite comprender con qué tipo de sociedad interactuamos y a qué sociedad pertenecemos para salir de un lugar irreflexivo y pasivo y comenzar a repensar el nosotros, condición sine qua non para el empoderamiento social.
El 60,4% de los marplatenses se sienten felices, alegres o contentos, es decir, sienten un sentimiento de bienestar mientras que un 22,9% expresa estar decepcionado, mal o decaído, un 10,7% dice que su sentimiento esta mejor caracterizado con la palabra “regular” y, un 6,1% se siente preocupado, está inquieto o siente incertidumbre.
Estos datos fueron analizados mediante sus razones así como por segmentos de género y etarios. Entre los hombres de la ciudad de Mar del Plata, se observa una tendencia levemente mayor en el bienestar mientras que las mujeres expresan una tendencia ampliamente en aumento en el sentimiento de preocupación e incertidumbre. Este sentimiento está sustentado en un 64,7% de los casos en la inseguridad, los robos y asaltos.
Entre las diferencias en los grupos etarios se observa una relación decreciente frente al aumento de edad en la representación del sentimiento de bienestar. Los jóvenes de 18 a 29 años expresan el sentimiento de felicidad y alegría en más de un 67,0% de los casos mientras que también concentran variadas expresiones vinculadas a la incertidumbre, preocupación e inquietud. Esta última sensación también se observa entre los adultos mayores, aquellos entrevistados de la ciudad mayores de 65 años.
Entre los dos grupos intermedios, es decir, aquellos de 30 a 49 años y los entrevistados involucrados en el grupo de 50 a 65 años se concentra el sentimiento de malestar expresado a través del estar decepcionado, mal y decaído.
Bienestar paradójico
Cuando indagamos acerca de las razones que sostienen ese sentimiento de felicidad, bienestar, alegría nos encontramos con un 28,4% que expresa que el bienestar de su familia lo hace sentir de esta manera, un 27,2% expresa que el hecho de tener actualmente trabajo mientras que un 27,8% expresa que esto se debe a “pasar por un buen momento”, “tener un buen día”, “que el día este lindo”. Por último identificamos un 4,7% que expresa que tiene proyectos futuros mientras que un 1,7% dice que su bienestar es por lo social, por las cosas que se ha realizado en la ciudad y por la situación del país.
Este estudio se realiza, al menos, una vez al año con la finalidad de dar cuenta de dinámicas sociales vinculadas a la construcción social de la realidad. En los cortes anteriores ya se observa el surgimiento de un individualismo hedonista donde la búsqueda de placer individual prima ante el contexto en un intento de distanciar aún más el yo del “otros”. El bienestar de mi familia y no la recuperación de la familia con sus funciones tradicionales de conformación de identidad y contención de problemáticas sociales, tener trabajo y no la ampliación del mercado de trabajo o el crecimiento de sectores productivos locales, en definitiva, mi lugar dentro de lo social y no de lo social en sí mismo como las razones por las que este bienestar venía observándose en aumento. Es decir, este individualismo narcisista que me permite reeditar la relación conmigo mismo y mi entorno estaba siendo el principal detonante del bienestar de los marplatenses. La indiferencia social se venía observando. Lo individual sobre lo colectivo ya era un eje de análisis.
Sin embargo, actualmente surge del estudio casi un 30% de los entrevistados que dan cuenta de un “buen momento” como condicionante de la felicidad. Este indicador nos permite analizar otros fenómenos adicionales. En este sentido, resulta una expresión propia de la cultura ahorista y acelerada, donde la vida presente reemplaza las expectativas de futuro histórico.
Según Giles Lipovetsky, surge un individuo que se encuentra en la búsqueda contante de experiencias emocionales y de mayor bienestar, calidad de vida y de salud, inmediatez y comunicación.
Las cuestiones del yo sé exaltan frente a los condicionantes sociales, frente a los hechos de carácter social. Aquellos elementos sociales que nos implica a todos, la subjetividad creada a través de una reproducción social que me atraviesa es la mirada que vamos perdiendo. Los proyectos futuros que aparecen solo como un pequeño porcentaje en las razones que sustentan el bienestar (aproximadamente 4,0%) frente a la falta de proyectos a largo plazo que indican malestar e incertidumbre parecen ser un lugar donde confluyen diversos paradigmas que constituyen la transición actual. Estamos en un momento de estructuración y reestructuración, retomando valores modernos para fusionarlos con los nuevos, diseñando nuevas jerarquías para crear nuevas respuestas a los grandes problemas. Un momento donde la dinámica social no permite lecturas distanciadas de la complejidad o simplificaciones de blancos y negros como se pretende en nuestra cultura política. Diversidad y multiplicidad de identidades surgen en este escenario y desde allí debemos realizar la lectura más apropiada.
Cuando nos referimos al casi 23,0% de los entrevistados marplatenses que hicieron referencia al malestar, a la decepción encontramos sustentos que tienen que ver con lo social y con las problemáticas propias de nuestra sociedad. Un 23,4% expresa que la inseguridad, las robos y los asaltos son los causantes de este sentimiento mientras que un 17,2% hace referencia al aumento de precios, un 14,0% a la falta de trabajo, un 12,5% al actual gobierno nacional y un 10,9% a su condición de jubilado que no le permite llegar a fin de mes. No hay proyecto, no tenemos futuro en un reclamo por certidumbres sociales es expresado en un 9,3% de los casos. El resto hace referencia a cuestiones vinculadas con dificultades económicas. Es decir, el malestar aparece cuando la realidad se nos presenta aunque no estemos en la búsqueda de implicarnos con ella.
La visibilidad de malestares sociales de algunos marplatenses permite dar cuenta de una felicidad paradójica de la mayor parte de ellos. Paradójica en tanto se enfrenta una sociedad con amplias desigualdades, con una sociedad que vive, en su mayor parte, entorno a la incertidumbre laboral y económica, con una sociedad donde los servicios de salud mejoran y los hipocondriacos crecen, en un espacio social donde el acceso a la vivienda resulta posible para unos pocos y la idea de movilidad social parece un ideal propio del momento donde fuimos polo de atracción para muchos inmigrantes que con trabajo ascenderían en la estructura social.
En este sentido, parece que visibilidad de ciertos problemas sociales genera alguna sensación de malestar entre quienes no miran hacia otro lugar. Entonces ¿más vale mirar hacia otro lado?. Podría ser una perspectiva para estos interrogantes que crean un tipo de indiferencia social. Aquello que conforma mi realidad, que la construye es naturalizado mientras que focalizo mi realidad en la esfera individual, es decir, en aquello que no gesta inseguridades individuales ni sociales.
Y el interrogante para un posterior análisis es si el individualismo es la causa de la indiferencia o la indiferencia puede entenderse como el correlato de la libertad que consiste en pensarla como una posibilidad de sustraerse de lo político, y reducir la participación social al estricto cumplimiento de roles sociales. Desde este lugar la indiferencia entendida como una reivindicación social donde el mercado es una alternativa creíble a lo político.
En este marco, la Consultora Ayala & Asoc. realiza un estudio de Estado de Ánimo de la Población con una muestra probabilística por conglomerados con ajustes de cuotas de sexo y edad. El tamaño muestral asciende a 400 casos siendo el margen de error muestral de +/-5,0%. La técnica de recolección de datos fue mediante entrevistas telefónicas.
Entre los principales resultados se observan algunos elementos muy interesantes que nos permite comprender con qué tipo de sociedad interactuamos y a qué sociedad pertenecemos para salir de un lugar irreflexivo y pasivo y comenzar a repensar el nosotros, condición sine qua non para el empoderamiento social.
El 60,4% de los marplatenses se sienten felices, alegres o contentos, es decir, sienten un sentimiento de bienestar mientras que un 22,9% expresa estar decepcionado, mal o decaído, un 10,7% dice que su sentimiento esta mejor caracterizado con la palabra “regular” y, un 6,1% se siente preocupado, está inquieto o siente incertidumbre.
Estos datos fueron analizados mediante sus razones así como por segmentos de género y etarios. Entre los hombres de la ciudad de Mar del Plata, se observa una tendencia levemente mayor en el bienestar mientras que las mujeres expresan una tendencia ampliamente en aumento en el sentimiento de preocupación e incertidumbre. Este sentimiento está sustentado en un 64,7% de los casos en la inseguridad, los robos y asaltos.
Entre las diferencias en los grupos etarios se observa una relación decreciente frente al aumento de edad en la representación del sentimiento de bienestar. Los jóvenes de 18 a 29 años expresan el sentimiento de felicidad y alegría en más de un 67,0% de los casos mientras que también concentran variadas expresiones vinculadas a la incertidumbre, preocupación e inquietud. Esta última sensación también se observa entre los adultos mayores, aquellos entrevistados de la ciudad mayores de 65 años.
Entre los dos grupos intermedios, es decir, aquellos de 30 a 49 años y los entrevistados involucrados en el grupo de 50 a 65 años se concentra el sentimiento de malestar expresado a través del estar decepcionado, mal y decaído.
Bienestar paradójico
Cuando indagamos acerca de las razones que sostienen ese sentimiento de felicidad, bienestar, alegría nos encontramos con un 28,4% que expresa que el bienestar de su familia lo hace sentir de esta manera, un 27,2% expresa que el hecho de tener actualmente trabajo mientras que un 27,8% expresa que esto se debe a “pasar por un buen momento”, “tener un buen día”, “que el día este lindo”. Por último identificamos un 4,7% que expresa que tiene proyectos futuros mientras que un 1,7% dice que su bienestar es por lo social, por las cosas que se ha realizado en la ciudad y por la situación del país.
Este estudio se realiza, al menos, una vez al año con la finalidad de dar cuenta de dinámicas sociales vinculadas a la construcción social de la realidad. En los cortes anteriores ya se observa el surgimiento de un individualismo hedonista donde la búsqueda de placer individual prima ante el contexto en un intento de distanciar aún más el yo del “otros”. El bienestar de mi familia y no la recuperación de la familia con sus funciones tradicionales de conformación de identidad y contención de problemáticas sociales, tener trabajo y no la ampliación del mercado de trabajo o el crecimiento de sectores productivos locales, en definitiva, mi lugar dentro de lo social y no de lo social en sí mismo como las razones por las que este bienestar venía observándose en aumento. Es decir, este individualismo narcisista que me permite reeditar la relación conmigo mismo y mi entorno estaba siendo el principal detonante del bienestar de los marplatenses. La indiferencia social se venía observando. Lo individual sobre lo colectivo ya era un eje de análisis.
Sin embargo, actualmente surge del estudio casi un 30% de los entrevistados que dan cuenta de un “buen momento” como condicionante de la felicidad. Este indicador nos permite analizar otros fenómenos adicionales. En este sentido, resulta una expresión propia de la cultura ahorista y acelerada, donde la vida presente reemplaza las expectativas de futuro histórico.
Según Giles Lipovetsky, surge un individuo que se encuentra en la búsqueda contante de experiencias emocionales y de mayor bienestar, calidad de vida y de salud, inmediatez y comunicación.
Las cuestiones del yo sé exaltan frente a los condicionantes sociales, frente a los hechos de carácter social. Aquellos elementos sociales que nos implica a todos, la subjetividad creada a través de una reproducción social que me atraviesa es la mirada que vamos perdiendo. Los proyectos futuros que aparecen solo como un pequeño porcentaje en las razones que sustentan el bienestar (aproximadamente 4,0%) frente a la falta de proyectos a largo plazo que indican malestar e incertidumbre parecen ser un lugar donde confluyen diversos paradigmas que constituyen la transición actual. Estamos en un momento de estructuración y reestructuración, retomando valores modernos para fusionarlos con los nuevos, diseñando nuevas jerarquías para crear nuevas respuestas a los grandes problemas. Un momento donde la dinámica social no permite lecturas distanciadas de la complejidad o simplificaciones de blancos y negros como se pretende en nuestra cultura política. Diversidad y multiplicidad de identidades surgen en este escenario y desde allí debemos realizar la lectura más apropiada.
Cuando nos referimos al casi 23,0% de los entrevistados marplatenses que hicieron referencia al malestar, a la decepción encontramos sustentos que tienen que ver con lo social y con las problemáticas propias de nuestra sociedad. Un 23,4% expresa que la inseguridad, las robos y los asaltos son los causantes de este sentimiento mientras que un 17,2% hace referencia al aumento de precios, un 14,0% a la falta de trabajo, un 12,5% al actual gobierno nacional y un 10,9% a su condición de jubilado que no le permite llegar a fin de mes. No hay proyecto, no tenemos futuro en un reclamo por certidumbres sociales es expresado en un 9,3% de los casos. El resto hace referencia a cuestiones vinculadas con dificultades económicas. Es decir, el malestar aparece cuando la realidad se nos presenta aunque no estemos en la búsqueda de implicarnos con ella.
La visibilidad de malestares sociales de algunos marplatenses permite dar cuenta de una felicidad paradójica de la mayor parte de ellos. Paradójica en tanto se enfrenta una sociedad con amplias desigualdades, con una sociedad que vive, en su mayor parte, entorno a la incertidumbre laboral y económica, con una sociedad donde los servicios de salud mejoran y los hipocondriacos crecen, en un espacio social donde el acceso a la vivienda resulta posible para unos pocos y la idea de movilidad social parece un ideal propio del momento donde fuimos polo de atracción para muchos inmigrantes que con trabajo ascenderían en la estructura social.
En este sentido, parece que visibilidad de ciertos problemas sociales genera alguna sensación de malestar entre quienes no miran hacia otro lugar. Entonces ¿más vale mirar hacia otro lado?. Podría ser una perspectiva para estos interrogantes que crean un tipo de indiferencia social. Aquello que conforma mi realidad, que la construye es naturalizado mientras que focalizo mi realidad en la esfera individual, es decir, en aquello que no gesta inseguridades individuales ni sociales.
Y el interrogante para un posterior análisis es si el individualismo es la causa de la indiferencia o la indiferencia puede entenderse como el correlato de la libertad que consiste en pensarla como una posibilidad de sustraerse de lo político, y reducir la participación social al estricto cumplimiento de roles sociales. Desde este lugar la indiferencia entendida como una reivindicación social donde el mercado es una alternativa creíble a lo político.
Efemérides - 25 de Mayo
Día Internacional de África
San Gregorio VII, papa
1586Nace Santa Rosa de Lima
1810Revolución de Mayo. Se instituye el primer gobierno patrio
1811Se inaugura la Pirámide de Mayo
1862Muere Juana Azurduy, patriota americana
1900Nace el músico Angel D´Agostino
1901Se funda el Club Atlético River Plate
1905Fundación del Diario “La Capital” de MDP
1905Fundan el Club Atlético Platense
1925Nace el ex boxeador, José María Gatica
1927Fundación de Talleres Fútbol Club
1936Fundación de la Escuela de Educación Técnica N° 1
1936Nace el exjugador de Gimnasia y Esgrima La Plata, Diego Francisco Bayo
1938Nace el actor, Rodolfo Bebán
1938Se inaugura el Estadio Antonio Vespucio Liberti, el “Monumental” de River Plate
1940Fundación de la sociedad de fomento del barrio Nueva Pompeya
1940Se inaugura la Bombonera, con un partido amistoso entre Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro, encuentro que ganó el local por 2 goles a 0
1941Se funda el Club Atlético Banfield de Mar Del Plata
1948Fundación de la sociedad de fomento del barrio 9 de Julio
1949Nace el ex futbolista y ex corredor de autos, Vicente "Tano" Pernía
1953Fundación del Conjunto Folklórico “El Ceibo”
1953Nace el exjugador, exentrenador y expresidente del Club Atlético River Plate, Daniel Alberto Passarella
1955Nace el actor, Gustavo Garzón
1956Nace el músico, Peteco Caravajal
1968Se inaugura el Reloj Cucú en Villa Carlos Paz
1973 Hector J. Campora asume la presidencia de la Nación
1974Muere Arturo Jaureche, poeta, ensayista, político y pensador nacional
1977Se estrena “Star Wars”, la Guerra de las Galaxias
1994Nacía el Canal 2 de Mar del Plata
2003Néstor Kirchner asume la Presidencia de la Nación
2005Empieza sus trasmisiones Radio Universidad
2008Muere el dirigente justicialista, Ítalo Argentino Luder
2010Peñarol gana por segunda vez la Liga Nacional de Básquetbol
2020Murió el cuádruple homicida, Ricardo Barreda
2020Murió por coronavirus Agustín Navarro, un referente de Barrios de Pie de la Villa 31
2021Falleció Hugo Sangorrín, una de las glorias del fútbol marplatense
2022Falleció Sebastián Rivarola, cantante de Agrupación Marilyn
2023Murió Daniel Toro, figura destacada del folclore argentino
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