Ya hacia fines de 2009 habíamos alertado sobre muchos de los problemas que hoy están sucediendo, ya que hemos seguido de cerca ese tema e hicimos un relevamiento entre los vecinos de la zona y con el secretario de nuestra entidad, el ex edil y ex funcionario de Vialidad, Hugo Chade.

Principalmente, nos llamaba la atención la falta de estudios de impacto ambiental serios y accesibles para todos, en los que se tuviera en cuenta el incremento en el uso de servicios que sufriría el barrio, la alteración de la forma de vida de los vecinos, sobre todo de la gente mayor, y, particularmente, el tránsito y los pavimentos, que, como dijimos, no estaban preparados para la circulación de semejante caudal de micros.

Ya en marzo de este año nos sorprendió el alerta de algunos concejales con los problemas que estaban surgiendo; y, por supuesto, lo dijimos a la sociedad y a la prensa.

Hoy, una vez más, el tiempo nos está dando la razón sobre la tendenciosa improvisación y apuro de Pulti para inaugurar la Terminal, con el pavimento de la Av. Libertad aún más deteriorado, principalmente entre Misiones y la Av. Champagnat (que es por donde circulan los micros) y la destrucción de calles como Misiones e Italia, utilizadas para el ingreso de colectivos de larga distancia.

Insistimos una vez más - como cuando pretendían sacar los árboles de la Avenida Libertad - que no se puede, por intereses políticos, cambiar improvisadamente, a las apuradas y a espaldas de los vecinos, la fisonomía de un barrio, dañándolo en su identidad, sus calles y el buen funcionamiento de sus servicios.

Reiteramos entonces que hay que hacer las cosas con seriedad en esta Nueva Terminal, que es un gran anhelo de marplatenses y turistas, y sin destruir lo que está, más aún cuando, si planificáramos bien las cosas, deberíamos tener presente la posibilidad de que en un futuro tal vez no lejano, la Estación Terminal deba trasladarse nuevamente hacia el oeste de la ciudad con una buena vía de acceso, para descongestionar el centro de la ciudad, que se encuentra cada vez más desordenado y caótico.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en esta columna no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.