El 17 de agosto, fecha sanmartiniana por excelencia, será entronizada en la catedral de Mar del Plata una imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo, patrona y generala del Ejército Argentino, en el marco del Bicentenario de la Patria.

La empresa se puso en marcha encargando la confección de la imagen el artista plástico Humberto Cappella (47), quien está concretando la tarea en su taller de Luján de Cuyo.

La representación, hecha a semejanza de la auténtica Virgen emplazada en la basílica de San Francisco, tiene 1,40 m. de alto, con corona, y se eleva a 1,80 m con el anda procesional. El artista, autor de casi 300 obras religiosas, pintaba en la víspera el escapulario, parte del hábito de la sagrada figura.

La vestimenta se completa con una copia de la capa que se usó en la coronación pontificia, con los cuatro escudos bordados: el nacional argentino, el peruano, el chileno y el de la provincia de Mendoza. Además lleva la banda de generala del Ejército y en la mano izquierda sostiene el Niño Jesús, mientras que en la derecha tiene el bastón de mando, que le impuso San Martín antes de iniciar el cruce de la cordillera de los Andes. Además, está cruzada por la enseña patria.

Cuando la representación se emplace en la catedral marplatense, y como ocurre en la basílica mendocina, el conjunto se observará con las tres banderas, la argentina y las de Chile y Perú.

La idea de llevar la figura a Mar del Plata partió del mendocino Víctor Marchesini, oriundo de Tunuyán, radicado hace 38 años en la Perla del Atlántico, donde durante más de dos décadas fue presidente de los cuyanos residentes en esa ciudad balnearia.

La idea de Marchesini (76) tuvo rápida acogida en las autoridades de la Secretaría de Cultura de la provincia y también contó con el beneplácito de la curia local, con su obispo a la cabeza, José María Arancibia.

El impulsor de este cometido también es titular de la Asociación Cultural Sanmartiniana Combate de San Lorenzo y desde ese marco, propició que un hecho vinculado a la gesta del Gran Capitán estuviera presente en la ciudad que año a año visitan miles de turistas argentinos y de todo el mundo.

Marchesini valoró que la imagen de la Virgen, cuya protección requirió San Martín antes de iniciar la campaña libertadora, en enero de 1817, era el símbolo apropiado para llevar a la catedral marplatense.

No sólo contó para esta empresa con el apoyo de autoridades civiles y militares sino también de la Iglesia, representada por los obispos, el ya nombrado Arancibia y por su par en la costa atlántica, José Alberto Puiggari.

LARGO VIAJE

La representación será desplazada en una larga peregrinación, con el apoyo de la Gendarmería Nacional, federaciones gauchas, la Dirección de Patrimonio Cultural, la Asociación Cultural Sanmartiniana de Mendoza y los consulados de España, Perú y Chile.

Será un largo viaje. En las últimas horas coordinaban detalles dos integrantes de este operativo histórico-cultural-religioso: Elvira Búcolo, directora del Archivo General de la Provincia, y Rosa Leticia Modarelli, ex empleada de Turismo, y de amplia experiencia en el tema, por cuanto es la coordinadora de los viajes que por la provincia realiza la Virgen de la Carrodilla, en ocasión de la Fiesta de la Vendimia.

El vehículo en el que viajará la Virgen se desplazará primero por las rutas 40 y 143, tocando Tunuyán, San Carlos, San Rafael y Malargüe. De allí se dirigirá a General Alvear, lugar donde se despedirá de la provincia. La delegación atravesará luego San Luis por la ruta 188, pasando por el norte de La Pampa, hasta llegar a General Villegas (provincia de Buenos Aires).

Desde allí la travesía seguirá por la ruta 226, visitando las ciudades de Bolívar y Tandil, en cuyo Calvario se realizará una recepción más prolongada.

El día clave está previsto para el 17, aniversario de la muerte del Libertador. La imagen será colocada en un carro tirado por caballos, que la trasladará hasta el monumento al Gran Capitán.

Desde ese lugar, soldados del Regimiento de Granaderos la llevarán a hombro hasta la entrada de la catedral marplatense, donde será oficiado un solemne Tedéum. A partir de ese momento quedará definitivamente en ese templo.

Fuente: Los Andes