La esposa del ministro de Trabajo fue asaltada por dos delincuentes que la amenazaron con armas en la puerta de su casa del barrio de Palermo, la obligaron a ingresar y le robaron unos 3000 pesos y algunos objetos de valor.

“Patearon la puerta y entraron. Ha sido una situación muy triste, grave, molesta, pero afortunadamente fue nada más que eso”, dijo Tomada esta mañana en una rueda de prensa, cuando salía de su casa para dirigirse al ministerio.

Fuentes policiales confirmaron a Télam que todo comenzó cerca de las 22 del martes cuando la esposa de Tomada, llamada Clarisa Soto, de 57 años, despedía a su hermana que la había ido a visitar a su casa de la calle El Salvador, en el barrio porteño de Palermo.

En el momento del hecho, el ministro no se encontraba en su casa y recién se enteró del asalto por un llamado de su esposa, en tanto las fuentes aseguraron que la vivienda no cuenta con consigna policial.

“Yo nunca he tenido custodia, ni siquiera he pensado (en tenerla). Nunca ha sido necesaria y no tiene por qué serla”, dijo Tomada.

Una vez que la esposa de Tomada despidió a su hermana, sintió que alguien pateaba la puerta y volvió a abrir, pero en ese momento dos delincuentes la empujaron, la amenazaron con armas y la obligaron a ingresar.

Dentro de la casa se hallaba la empleada doméstica, quien también fue amenazada y maniatada.

“La empujaron y le pidieron la plata, le preguntaron dónde estaba la caja fuerte, pero estaba vacía. Mi mujer de golpe se acordó que tenía unos pesos y se los entregó”, dijo el ministro.

Luego, agregó que “eran unos 3000 pesos que estaban en un pequeño sobre, cuando lo vieron dijeron ´listo, acá esta la plata, acá está la plata´, y se fueron”.

La mujer y su empleada doméstica fueron encerradas dentro de una habitación y recién después le pudo avisar a su marido.

“Supongo que no (sabían que era mi casa). Yo hace 18 años que vivo acá y nunca he tenido ningún problema, y no había notado nunca nada raro”, explicó Tomada.

El ministro expresó que “esto (por el asalto) le podría haber pasado a cualquier ciudadano. Bueno, me pasó a mi que soy un ciudadano común, ya está”.

Si bien la casa no cuenta con custodia policial, los investigadores ahora buscaban en la cuadra si existe alguna cámara de seguridad de casas linderas.

Los pesquisas quieren establecer si alguna de ellas pudo registrar el momento en que se produjo la llegada y la fuga de los asaltantes.

El hecho es investigado por personal de la comisaría 21a. y la Fiscalía porteña en turno.