En una entrevista concedida a Rubén Ferrari, el edil aseveró: “a mi criterio, la Policía Municipal es un arma fundamental a tener en cuenta para detener el crecimiento del delito en la ciudad”.

“Además – informó – hay que considerar que no se trata de un invento argentino, pues en Estados Unidos y en Europa, como todos sabemos, existen organizaciones superiores y policías con distintas jurisdicciones y funciones”.

Por ello, a colación, propuso: “me parece que, de acuerdo a las características de nuestro país, tendríamos que contar con tres policías diferentes, completamente operativas, que se conjuguen y colaboren unas con otras”.

“A mi criterio – amplió Arroyo - la Policía Municipal debería tener una función fundamentalmente preventiva, mientras que la ejecución de acciones de mayor complejidad relacionadas con trámites judiciales, entre otros, debería seguir en manos de la Provincia”.

Poco después completó: “también tendría que existir un tercer nivel, generalizado en todo el país”, tras lo cual aclaró: “ahora esto no ocurre, ya que la Policía Federal trabaja en Capital y en otras ciudades tiene únicamente delegaciones sin una función activa directa”.

De todas maneras, cuestionó a reglón seguido: “uno de los principales problemas está en que todo el peso recae sobre la Policía provincial, que está mal pagada, pésimamente instruida, relativamente mal equipada y, encima, dirigida a distancia”.