Sin duda y en el contexto internacional de suba de edad jubilatoria y recortes a los beneficios previsionales la Ley del 82% sobre el salario mínimo para los jubilados y pensionados es un avance. La votación de la Cámara de Senadores , “acompañada” desde una vigilia en la Plaza del Congreso por la CTA y otras organizaciones sociales y políticas hace justicia a la vergonzosa limosna a la que están sometidos la mayoría de los jubilados con un haber mensual que no les alcanza para atender ni siquiera un alquiler donde vivir y ni hablar de la salud y la alimentación.

Este no es el 82% que propugna la CTA, la Central lucha por un 82% sobre el salario en actividad del gremio en que se jubila el trabajador. De esta forma los jubilados y pensionados no tendrán que depender de complicadas fórmulas, ni de la dádivas del poder político de turno ó de los vaivenes de la economía para la actualización de su haber jubilatorio. Esto es lo que corresponde porque no estamos hablando de un privilegio sino de lo que necesitan nuestros ancianos en el momento, tal vez, más vulnerable del ser humano que es el tramo final de la vida.

No nos deben importar los ejemplos de las medidas en materia jubilatoria que se toman en estos días en el exterior, en especial en Europa. En primer lugar tenemos que asumir la propia resolución a nuestros problemas, ya probamos en los noventa las fórmulas salvadoras del FMI, Banco Mundial, Club de París y así nos fue; en segundo lugar porque los gobiernos europeos están de rodillas ante la corporación bancaria capitalista, es decir están tomando su propia medicina.

A muchos les gusta perder el tiempo en largas discusiones para ver de donde sale la plata para financiar el gasto que significaría esta Ley y es una falsa discusión porque si hay voluntad política se puede resolver como tantas cosas que se resuelven cuando al poder político le interesa. Desde la CTA empezamos con las propuestas de restituir los aportes patronales derogados por la dupla Menem-Cavallo en el año 1993 y que el actual gobierno de CFK deje financiarse con el dinero de la ANSES, es decir que “deje de meter la mano en la lata” con la plata de los jubilados y pensionados. Creemos que en este aspecto el proyecto de Ley presentado sobre este tema por nuestra Diputada Nacional Graciela Iturraspe, es el más completo porque no sólo establece el 82% sino que también de donde se obtendrían los fondos necesarios.

El veto de la Presidente es (aunque está en su derecho) irrespetuoso del funcionamiento democrático y se pierde la oportunidad de ponerse al frente de un debate en el que tenemos que participar todos, imponer el criterio propio a la fuerza no es de estadistas.

No perdemos la esperanza y seguiremos luchando hasta que no se extienda el 82 por ciento móvil a todos los jubilados y se reconstruya en serio un sistema previsional de reparto, universal y solidario.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.