El anuncio de la designación fue hecho público desde Roma y comunicado por el nuncio apostólico en Argentina, Adriano Bernardini, a través de la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), en forma simultánea con el Vaticano, donde se conoció a través de L’Osservatore Romano.

Cualquier sacerdote de más de 35 años y con 10 años de cura podrá ocupar el cargo que queda vacante con la partida. Sin embargo, lo habitual es que sea algún obispo auxiliar. De todos modos, no se descarta que sea un obispo de alguna diócesis más pequeña.

Vale recordar que Puíggari había ejercido todo el sacerdocio en Paraná: primero como profesor del Seminario, luego como rector y finalmente como obispo auxiliar, secundando a Estanislao Karlic.

Nació en Buenos Aires el 21 de noviembre de 1949, pero fue ordenado sacerdote en Paraná, en 1976. Fue parte del equipo de superiores del Seminario Nuestra Señora del Cenáculo, para luego desempeñarse como rector, entre 1992 y 1997.

Además, dentro de la Iglesia de Paraná fue miembro del Colegio de Consultores y del Consejo Presbiteral.

El 20 de febrero de 1998 el papa Juan Pablo II lo designó obispo auxiliar de Paraná, cargo que ejerció hasta junio de 2003, cuando fue promovido al obispado de Mar del Plata.

“LA NOTICIA ME TIENE SACUDIDO”

Así lo expresó Puíggari, al ser consultado por El Diario, de Paraná.

Luego, en tanto, explicó que atraviesa un momento con sensaciones encontradas: “por un lado, estoy agradecido al Santo Padre por esta designación como arzobispo de Paraná, pero por el otro, el partir de Mar del Plata, un lugar por el que tengo mucho cariño, me produce cierta tristeza”.

“Pero bueno, los sacerdotes sabemos que somos instrumento y que debemos ir allá adonde nos necesiten”, completó.