“Me parece desmesurada la medida, porque perjudica a los productores más pequeños que necesitan vender y con un paro están imposibilitados de hacerlo”, dijo el ministro en declaraciones formuladas esta a radio Continental.

Agregó que la medida afecta también a la sociedad, ya que puede producir “desabastecimiento de harina y, por ende, de pan”, y recordó que “es el noveno paro” que el agro le hace al gobierno nacional, cuando “fue el sector más favorecido por la política del gobierno”.

“No se merece el gobierno que el sector agropecuario le haya hecho nueve paros, cuando fue el sector más favorecido por las políticas del gobierno” de los últimos años, puntualizó Randazzo.

Desmintió que la Argentina tenga que importar trigo, y puntalizó que se produjeron 14 millones de toneladas y que “lo que está en discusión es cuánto se reserva para el mercado interno” y cuanto se exporta.

Randazzo recordó que el litro de leche que se le paga al productor está en 1,45, cuando se pedía que esté a 1,10, y que la tierra aumentó su valor de 2.000 dólares la hectárea en el 2002 a los 20.000 dólares actuales.

“El gobierno tiene una política para que el sector productor sea rentable; si no hubiera intervenido el gobierno nacional a través del Banco Central para mantener el tipo de cambio en alrededor de los 4 pesos, hoy estaría a 1,67 y la actividad sería menos rentable”, consignó.

La Mesa de Enlace anunció un paro que frenará la comercialización de cereales y oleaginosas por una semana, a partir del lunes 17 de enero.

Esta medida se anunció tras la reunión que mantuvo la entidad agropecuaria con funcionarios del gobierno nacional, ante la insatisfacción por el acuerdo alcanzado.

El gobierno planteó en esta reunión la liberación del saldo exportable de trigo a 8 millones de toneladas, en forma progresiva, tres toneladas esta semana y una más la semana próxima.

Antes de esta reunión, el saldo exportable era de 4 millones, en tanto que la media histórica fue en los últimos 15 años de 8,5 toneladas.