Llegaron con las valijas cargadas y las ilusiones de disfrutar de las vacaciones, pero el departamento que habían alquilado estaba ocupado.

Ésta y otras irregularidades en la renta de inmuebles, en contratos con hotelería y con los “tiempos compartidos”, se transformaron en un trastorno inesperado para unas 300 personas que denunciaron los casos en Defensa del Consumidor de los partidos de la Costa.

De acuerdo con los relevamientos oficiales, el número de episodios que llegaron a litigio aumentó casi un 60 por ciento en relación a la temporada anterior.

En verano, las presentaciones por presuntos fraudes en alquileres y rentas estuvieron al tope del ranking de denuncias.

“Se presentan situaciones muy diversas. Desde pasajeros que tenían ocupadas sus plazas, hasta familias que alquilaron por internet y después se encontraron con que la propiedad era muy inferior a la que se publicaba”, explicó el ministro de la Producción, Martín Ferré. De ese organismo provincial dependen los entes municipales de Defensa del Consumidor.

“Es probable que el número de damnificados sea mucho mayor, porque no todos hacen las denuncias”, aclaró el funcionario.