En su discurso, la Presidenta manifestó que en 2003 hubo un pico récord de demanda en materia energética de 14.350 megavatios en el país y que en 2010 ese índice pasó a ser de 20.842 megavatios.

“Esto se explica por el crecimiento de la actividad económica y por la demanda interna de productos de desarrollo y el acceso de bienes que antes no se poseían”. En este sentido, José Rigane explicó que si bien es cierto el número manifestado por la mandataria, hay que analizar el tema con mayor profundidad. “En Argentina existe desde 2003-2004 el Puree, que es un castigo al consumo y va en contramano de lo que dice la Presidenta. Es un castigo al que progresa”, aclaró el secretario general de Luz y Fuerza. “Se sacó un promedio del consumo de 2003-2004 y si a partir de ahí consumís más tenés que pagar más. El doble por cada kilowatt de ese supuesto excedente. Es decir que una familia tipo que logró progresar de un año a otro y aumentó su consumo de luz deberá abonar el doble”, remató.

En otro orden, Cristina expresó que “la energía no es sólo número económico sino también número social”. Una vez más, Rigane coincidió con la idea pero propone una lectura más profunda del tema. “El problema es que en Argentina hay millones de personas que no acceden a la energía si no es por medio del subsidio. Es decir, que el Estado garantiza el acceso a la energía pagándole a las multinacionales el consumo de esas poblaciones.

En la provincia de Buenos Aires, y particularmente en Mar del Plata, eso no existe. Acá existe la tarifa de interés social, que surgió con las movilizaciones del año 1999 y más tarde se convirtió en ley. Mas allá de sus limitaciones es una respuesta para os que menos tienen. Lo malo es que la TIS (Tarifa de Interés Social) la maneja la empresa distribuidora, la discrimina la empresa, la establece y fiscaliza la empresa… todas decisiones que la empresa no tiene facultades para llevar adelante. Incluso existe un reclamo gremial de los trabajadores porque no quieren ir más a fiscalizar casas”, concluyó.

Además remarcó que los dichos de la Presidenta “son una contradicción con lo que sucede en la práctica concreta. Cada provincia parece un Estado independiente, toma sus resoluciones en materia de energía, por lo que no se puede decir que en todo el país el acceso a la energía, socialmente hablando, ha aumentado”.

Por otro lado, en relación al crecimiento en la generación de energía, Rigane sostuvo que “es cierto que hay aumento de la generación porque hay demanda”, sin embargo se encargó de aclarar que “desde la época de las privatizaciones la energía dejó de considerarse un servicio público y menos un valor estratégico, para pasar a ser un ámbito de competencia, una mercancía”. En este sentido explicó que cualquiera puede producir energía en Argentina en tanto y en cuanto se ajuste a las reglas de juego (energía PLUS, energía DELIVERY, etc.), por lo tanto hay mucha inversión en la generación pero eso no significa que haya mejorado el nivel de vida de la sociedad”.