Nadie esperaba un trimestre con números tan importantes. Empujados por las promociones y por la economía en crecimiento, la venta de automóviles batió todos los récords.

Los patentamientos acumulados de los primeros tres meses del año sumaron 230.185 unidades, mostrando un alza de 27% respecto de los 180.513 alcanzados en igual período de 2010.

Este incremento en las ventas significó, por un lado, una gran noticia para los concesionarios que vieron como los salones de ventas se llenaban de clientes. Sin embargo, esto también repercutió en la disponibilidad de unidades y, de alguna manera, en los plazos de entrega que se fueron extendiendo a mucho más que los 20 días promedio, y pasaron a ser 60 días y, en algunos casos, 90 días.

El titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), Dante Álvarez, reconoció que existen “algunos atrasos” en algunos modelos, pero lo justificó en una caída en el stock frente a la demanda y al empuje del mercado brasileño.

“Brasil está tirando muy bien y las terminales tienen que abastecer a los dos mercados”, dijo el concesionario de Peugeot.

Si se tiene en cuenta que sólo en marzo pasado Brasil, el principal comprador de autos fabricados en el país –más del 82%–, vendió 306.161 unidades, y que acumula más de un millón de operaciones desde que empezó 2011 parece darle la razón a Álvarez.

Es por eso que el problema no es tan grande cuando el modelo es fabricado en la Argentina, sino que se acentúa aún más cuando el automóvil sale de las fábricas brasileñas. “Las empresas tienen un cupo para mandar, y si fuera sólo el consumo argentino el que crece no habría problema, pero como también crece el de Brasil y ahí las marcas ganan más por modelo vendido, se atrasa la llegada de unidades”, explicó un concesionario en off the récord. “A esto se le suma las eternas demoras en la Aduana, que dificulta aún más las cosas”, agregó el hombre que maneja unas de las bocas de venta de VW más importante de la Capital Federal.

En el caso de VW, el modelo que mayor problemas parece presentar es la Saveiro que, fabricada en el vecino país, tiene una espera de hasta 90 días. “Debe ser por el auge en la construcción que hay en Brasil”, afirmó el concesionario.

En la misma línea, otros representantes de diferentes marcas aseguraron a El Cronista que en sus salones se viven momentos en los cuales “no hay stock del nuevo Uno”, modelo que atrasó su llegada por la fuerte demanda brasileña hasta 90 días. “Tenemos problemas con la CrossFox”, dijo otro concesionario.

“Nosotros tenemos mucha demora en Ranger y Focus, situación que se hace más compleja cuando el modelo llega de México”, aseguró a este diario un concesionario del óvalo. En el caso de GM el Agile muestra demoras de 45 a 60 días, lo mismo que la Sandero de Renault.

Pero como si tener como socio a un mercado que vende más de un millón de autos no fuera suficiente inconveniente (para aumentar la demora, claro), las trabas locales hacen lo suyo. Los concesionarios aseguran que las automotrices que no presentan el plan exportador tienen problemas. “La Aduana no actúa con la celeridad necesaria hasta que las marcas no presenten el plan”. “Tenemos ventas de enero que la Aduana se atrasó y no vamos a poder entregar hasta junio”, explicó el concesionario.
Fuente: El Cronista Comercial