Por Cristina Coria C.P.N.
A raíz del proyecto de ordenanza referido a los usos de suelo y habilitaciones en la zona de Alem y el pedido de los vecinos de Plaza Mitre tendiente a que en la zona comprendida por las calles R. Peña-Córdoba-Brown y Catamarca, conocida como “zona de Yrigoyen”también se fije el tope horario de las 3.30 de la madrugada para los establecimientos gastronómicos, se abre una nueva posibilidad de abordar el conflictivo tema de la nocturnidad.
Cabe recordar que en nuestra ciudad, el desarrollo de actividades en comercios y en zonas que no son los permitidos ha generado altos niveles de conflicto entre quienes no cumplen con la normativa municipal y los vecinos que intentan proteger derechos elementales, como el poder descansar, sentirse seguros y disponer de su propiedad.
Por citar sólo un ejemplo, la nocturnidad sin controles generó tantos problemas en la zona de Yrigoyen que en el año 2004 se la excluyó de la posibilidad de que en los establecimientos gastronómicos se brinden espectáculos en vivo, a pesar de estar permitido en el resto de la ciudad.
Claramente esto se debió a las comprobadas molestias, a los ruidos, al descontrol y a las reiteradas transgresiones por parte de los bares (convertidos en boliches) no sólo de las ordenanzas sino también de todo codigo de convivencia. Parte de estos problemas se debe a que muchos de los bares y resto-bares funcionan en inmuebles que fueron construídos para ser viviendas y lógicamente no están estructuralmente adecuados para otros fines.
Si el proyecto resultara sólo en fijar un tope horario en una zona, lo único que se lograría es el traslado masivo de jóvenes hacia otras arterias sin horario de cierre, empeorando la situación que se desea mejorar.
En lugar de ello, ésta puede ser una buena oportunidad para que el Municipio aborde integralmente la problemática que genera la nocturnidad, tanto por su impacto sobre la salud de los jóvenes como por los efectos no deseados que tiene en distintas zonas residenciales de la ciudad, lo que ha generado denuncias, reuniones, mesas de trabajo, ordenanzas, etc. que aún no han sido realmente efectivas.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.